Se gana la vida como talabartero, oficio que aprendido de sus ancestros

Estas son las alfombras gigantes de cuero que Harry Leiva fabrica para sus clientes, no son fáciles de vender, pero cuando le compran una, dignifica así la tradición de sus ancestros.

Hay que reconocer cuando una artesanía se sale de lo común y pasa a ser una verdadera ‘obra de arte’, digna de estar en la más amplia y pulcra sala posible, es por eso que con este pequeño artículo periodístico en Diario El Trabajo queremos premiar a un experto talabartero de nuestro valle, hablamos de Harry Leiva, quien a sus 35 años hoy mantiene la tradición familiar que le permite ganarse con ello el pan diario.

Se trata del nieto del legendario Jacinto Leiva, quien allá en los inicios del siglo XX heredó también el oficio de su padre, razón por la cual cada vez el arte de trabajar el cuero se volvió más importante para esta familia aconcagüina. Los Leiva han vivido siempre en el sector Los Villares de San Pedro, camino a Los Andes, y en la actualidad gozan de gran respeto en esos oficios.

«Yo me gano la vida en la talabartería, yo sé que abuelo Jacinto trabajaba con mi padre Carlos, fue así que aunque no conocí a mi abuelo, hoy me gano la vida gracias a él y mi papá, pues desde chico me interesé también por el cuero y así pude aprender el oficio», asegura Harry a Diario El Trabajo.

Los productos que elabora este talabartero son variados y han variado con el paso de los años, pues «recuerdo que hace varias décadas nosotros hacíamos sólo talabartería para huasos, sólo eso, pero con el pasar de los años tuvimos que cambiar nuestra línea de producción, ahora hacemos para los huasos lo suyo y también fabricamos artesanías para el hogar y empresas», agregó Leiva.

Si usted quiere contactar a Harry Leiva y su taller de talabartería, puedes llamarlo al fono: 8744 9632.

Roberto González Short

rgonzalez@eltrabajo.cl