En este 2015 las bajas temperaturas, el aumento de la circulación de virus, sumado a episodios de contaminación atmosférica nos presentan un escenario propicio para el aumento de enfermedades respiratorias. Provocando el aumento de consultas por esta causa, por esto es que se debe tener mayor énfasis en la prevención en las poblaciones con mayor riesgo como son los niños y los adultos mayores.
Los adultos mayores son más susceptibles de adquirir algunas enfermedades de tipo respiratorio que otras personas, siendo con mayor frecuencia patologías crónicas como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), asma bronquial, bronquitis crónica, etc. Dentro de las patologías agudas son frecuentes las neumonías. Estos cuadros patológicos se debe a que las personas de la tercera edad se encuentran en un proceso de maduración el cual se caracteriza por ciertos deterioros asociados a ambientes desfavorables que llevan a manifestar un pulmón envejecido menos elásticos y con menor capacidad de entregar el oxígeno necesario; Lo que finalmente va a limitar su función. Además el reflejo de la tos es más lento y menos fuerte, por lo que dificulta la eliminación de secreciones que están aumentadas, los músculos que participan en la respiración también se debilitan, lo que finalmente aumenta el riesgo de contraer infecciones, además su sistema inmunitario se puede encontrar debilitado. Por eso los gérmenes, virus o bacterias ingresan al organismo del adulto mayor y encuentran sus mecanismos de defensa insuficientes para controlar el desarrollo de estos microorganismos, provocando finalmente una infección respiratoria.
Una manera de reconocer si alguien de este rango etario sufre una enfermedad respiratoria grave es por los síntomas que presente: fiebre alta, taquicardia (latidos cardiacos aumentados), frecuencia respiratoria rápida (mayor a 30 respiraciones por minuto) asociada a dificultad respiratoria, alteraciones de conciencia, decaimiento, o cuadros respiratorios que persistan por más de una semana. Ante esto, el adulto mayor deberá ir a un centro asistencial para ser evaluado por un médico que prescribirá un tratamiento que puede ser desde algo de menor complejidad hasta ser hospitalizado para evitar futuras complicaciones en su estado de salud.
Pero para no exponerse a esta situación, puede prevenir las patologías respiratorias de gravedad evitando la contaminación ambiental e intradomiciliaria, suprimir el tabaco, evitar visitar enfermos y aglomeraciones (hacinamiento), mantener una alimentación balanceada, lavar frecuentemente sus manos, tratar y controlar sus patologías asociadas y seguir los programas de vacunación impulsados por el Ministerio de Salud.