Sondajes mineros provocan altos niveles de contaminación en aguas del Río Rocín

• Se detectaron materiales pesados como aluminio, cobre, manganeso y fierro, con cifras que está 40 veces por sobre lo que permite la norma Chilena 1.333 de calidad de riego.

La empresa Soletanche Bachy Chile SpA, contratista del embalse Chacrillas, a través de un estudio realizado por la compañía Hidrolab, detectó que actividades cupríferas que se realizan aguas arriba del embalse, están generando un fuerte impacto en el Rio Rocín, en cuyas aguas se detectaron niveles de metales pesados (aluminio, cobre, manganeso y fierro), 40 veces más altos que lo permitido por la normativa chilena de Calidad de Riego.
El informe que lleva por nombre Análisis de resultados obtenidos en monitoreos trimestrales de aguas superficiales, aguas arriba y aguas abajo del Embalse Chacrillas, contiene los registros trimestrales que la empresa Soletanche Bachy, realiza desde octubre de 2015 con la finalidad de asegurar y demostrar que sus actividades no afectan la calidad del agua del Río Rocín.
Dicho estudio fue entregado en mayo pasado al ente fiscalizador, que en este caso resulta ser la Dirección de Obras Hidráulicas, DOH, organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas, MOP, y que según denuncian los representantes de la Coordinadora #PutaendoResiste, no ha cumplido en absoluto con la labor que le corresponde.
Antes este escenario, es que esta organización socio-ambiental, está convocando para hoy a las 19 horas en las afueras de la Iglesia San Antonio de Putaendo, a una asamblea pública informativa, para dar a conocer esta grave situación y los pasos a seguir en busca de preservar intacta la comunidad patrimonio.

La Coordinación #PutaendoResiste, es una instancia que congrega a agrupaciones medioambientales, sociales y políticas, así como también particulares, que se han levantado para luchar contra la Gran Minería, que pretende instalarse en el sector cordillerano de la comuna de Putaendo. Jesús Castillo, vocero de esta organización, sostuvo que este tipo de estudios no hace más que confirmar, la destrucción que provoca la actividad minera a gran escala.
«Este documento viene a reafirmar algo que el pueblo de Putaendo ya sabe hace rato, y que es que la minera viene contaminando hace rato y que si se instala de forma definitiva va a destruir toda forma de vida en nuestra comuna», expresó Castillo.
Según el vocero, la norma indica que, en el caso del aluminio (uno de los metales pesados detectados), la ley permite 0.5 milígramos (mg) del mineral por cada litro de agua, y el estudio muestra que existen 40 mg, por cada litro de agua obtenida desde el afluente.
Respecto de las acciones que han tomado como organización para poner evidencia de esta situación a las autoridades competentes, Castillo afirmó que el pasado miércoles se dirigieron al MOP, a entregar el estudio junto con una carta explicando la molestia de los putaendinos, ante la impavidez que han mostrado las autoridades.
En este punto, el activista añadió que «tanto la DOH, como la DGA (Dirección General de Aguas), saben de este informe, porque tiene el timbre de la DOH y hasta el momento no han tomado cartas en el asunto», aseveró.
Héctor Fuentealba, miembro de #PutaendoResiste, mostró su molestia con las autoridades, pues considera un atropello, el hecho de que las instituciones encargadas de fiscalizar y velar por la salud de la población no actúen en contra de este tipo de hechos, decretando que «este informe fue entregado hace mucho tiempo a las instituciones pertinentes y ellos han hecho caso omiso y le han bajado el perfil a este tema», expuso.
En relación a la participación que han tenido y la preocupación mostrada por el alcalde de la comuna Guillermo Reyes y su Concejo Municipal, Fuentealba detalló que «la autoridad comunal nos tiene muy preocupados, porque partimos en un momento trabajando juntos, creamos una mesa municipal, la cual, no dio resultados, por lo que nos vimos obligados a armar una mesa comunal social, para darle un impulso a esto y tratar de reeducar a la comunidad», relató.
De acuerdo a lo manifestado por este dirigente «el estado se hace el sordo con el fin de lucrar, existe un manejo sucio desde el punto de vista político, desde el Gobierno, donde se tiene a las comunidades con los oídos tapados y la vista vendada frente a los problemas que nos afectan», sentenció.

Según Fuentealba, la alarma se fundamenta en que si ya existen altos niveles de contaminación de las aguas superficiales, cuando recién se están llevando a cabo faenas de sondajes, prospección y estudios, la proyección ambiental para el momento que comience a efectuarse la explotación minera sería devastadora, no sólo para Putaendo, sino también, para el resto de las comunidades que están aguas abajo del Valle de Aconcagua.
Otras de la interrogantes que se han generado en esta agrupación es, si finalmente, el Embalse Chacrillas funcionará como acumulador de agua para el riego, o será un relave de desechos y material tóxico derivado de la actividad cuprífera, situación que de acuerdo con las declaraciones del miembro de #Putaendo Resiste, tampoco ha sido aclarada por la autoridad.
«El Gobierno construye un embalse a 22 Km. del PP (SIC) de la mina, entonces va a servir como acumulador de todos los sedimentos que hay ahí. Si tiene una vida de 25 o 30 años, con los dragados y los movimientos de tierra, se transformará en un tranque de contaminación eterna para el Valle de Putaendo», insistió Fuentealba.
En este contexto, es que esta agrupación considera que la única herramienta que les queda para poder evitar que la Gran Minería arrase con la flora y fauna del sector, es la fuerza que pueda mostrar la propia comunidad para demostrar que Putaendo no se debe tocar.