- “Tuve una pequeña depresión, dos accidentes consecutivos no pagaron nada, perdí dos autos y quedé en la calle”:
Quizás a cuántas personas transportó en su taxi colectivo en San Felipe. Por su estatura le pusieron el apodo de un personaje de una serie de los años 80, donde se veía una persona baja de estatura junto a su jefe en una isla, quien en cuanto divisaba un avión repetía varías veces “El avión… jefe el avión”, nos referimos a ‘La Isla de la Fantasía’.
Pocos deben conocerlo por su nombre real Reinaldo Antonio Di Blasis Rodríguez, 64 años, nacido el 03 de agosto de 1953, pero muchos lo ubican por su apodo ‘Tatoo’, a quien hoy lo vemos a diario sentado en la plaza o caminando por las calles de San Felipe.
A muchos que lo conocen le ha sorprendido el cambio que ha experimentado, lamentablemente así es la vida, como una montaña rusa, a veces se está en lo alto y otras en lo bajo.
– ¿Qué le pasó?, siempre lo veíamos conduciendo taxis colectivos, ¿tuvo algún problema?
– Tuve una pequeña depresión, dos accidentes consecutivos no pagaron nada, perdí dos autos y quedé en la calle, tengo familiares que me ayudan con poco, pero algo que sea, ahí estoy tratando de barajármelas, estoy esperando que me jubilen en agosto, ya hice los trámites pertinentes, espero recibir algo.
– ¿Cuánto sería más o menos esa pensión?
– Ciento ochenta a doscientos mil pesos más o menos, con las alzas que van a haber con los nuevos cambios que hay. Sí estoy un poquito mejor y me gustaría trabajar en cualquier cosa, por eso le encargo a la gente que me conoce si tiene algún trabajito me lo dé.
– Pero es increíble cómo va decayendo una persona.
– Claro y cuesta levantarse además.
– ¿Qué hay de cierto como nos han comentado algunas personas, que te ibas a jugar a las carreras de caballos?
– No, antes iba, pero a pasar la tarde como un deporte, como de repente voy al fútbol, así nomás, no era para llegar a tal extremo.
– Ahora ¿cómo sobrevives diariamente?
– Tengo un familiar que me da la alimentación y por ahí con amigos que ayudan.
– ¿Dónde estás viviendo, en la calle donde algún amigo?
– No, yo vivo en los departamentos Parrasía, ahí gracias a Dios tengo un departamento, donde vivo solo, tengo mis cositas, luz, agua, de todo.
– ¿Cuántos años trabajaste como conductor de taxi colectivo?
– Yo trabaje más o menos como 18 a 20 años, antes trabajé en la construcción, en una empresa de Santiago, estuve para el sur y después me vine para acá y me puse a trabajar en colectivo y de ahí me salía más.
– ¿Eres casado?
– Soy separado.
– ¿Hijos?
– Sí, tengo uno.
– ¿Tienes contacto con él?
– Sí, pero a lo lejos, tiene cuarenta años el hombre y ahí está, mientras yo ahí lo estoy pasando, tratando de salir, me acuesto temprano, sano, lo único que le hago es al cigarro.
El día de la entrevista había ganado dinero en un ‘pololito’ que acababa de realizar, para sobrevivir.
– ¿Cómo consideras que es tú vida?
– Es triste porque de repente me encuentro en un camino sin salida, no hay ayuda, no hay nada, así esperando poder salir adelante.
– Pero uno cuando está así con esa sensación se despreocupa de uno mismo, ¿qué dices tú?
– Claro, se despreocupa… se deja estar, antes a mí me gustaba andar bien pinteado, la ropa de última moda, ahora no, me da lo mismo, entonces esas son cosas que lo debilitan a uno como persona, estoy claro de cómo estoy.
– ¿Pero te gustaría tener otra vida como la de antes por ejemplo, cuesta cambiar?
– Es fácil porque otras veces he estado igual, depende de uno nada más, años atrás estuve igual, un año hospitalizado y me levanté.
– A la gente que va a leer esta entrevista, a la comunidad, qué le puedes decir, principalmente a esas personas que conocieron de tu trabajo.
– Que me ayuden con trabajo, algún trabajito.
– ¿Eres responsable, la gente puede confiar en ti?
– Sí, el sentido de responsabilidad no se ha perdido, así es que si alguien puede ayudarme con el trabajo que sea.
– ¿Dónde te pueden ubicar?
– Aquí mismo en la calle, todos los días salgo, es lo que me recomiendan.
– ¿Te gusta San Felipe?
– Sí, soy sanfelipeño de corazón.
Al finalizar la entrevista le agradecemos su tiempo y Reinaldo se da media vuelta y sigue su camino por calle Santo Domingo hacia el oriente.