En estos días, propiamente antes de Navidad, cuando millones de chilenos corren como locos para comprar para sus seres queridos el mejor regalo y a veces, hasta el más caro de la tienda, es cuando nos envuelve el frenesí por gastar y disparar billetes para lograr que a nuestros hijos nadie les mire de reojo en el barrio, sin embargo, paralelo a esta relativa felicidad estereotipada por lo que digan las tiendas y campañas publicitarias, hoy en Diario El Trabajo conoceremos la historia de una familia sanfelipeña que prácticamente nada tiene, sea Navidad o no.
¿Qué significa tener nada en estos tiempos? Podemos referirnos a carecer de conexión a Internet; una cocinita para preparar los alimentos del día; una cama para no pedir prestado un viejo colchón a los vecinos y también no contar ni con agua potable para poder bañarse en casa.
POBREZA EXTREMA
Las cámaras de Diario El Trabajo registraron las condiciones en las que vive Nathalie Escobar de 24 años con sus tres hijos, los cuales dos de ellos estaban en un jardín infantil y su pareja, Jonathan Marilao, trabajando en la recolección de palta, por lo que sólo a ella y a su guagüita de un año pudimos encontrar en la media agua en donde viven, esto es en el cerro Yevide, sector de La Puntilla en Almendral.
Nuestra inspección ocular al interior del improvisado recinto, remarca en una paupérrima situación de pobreza extrema; sin piso; una sola cama pequeña para cinco personas; una cocina vieja y oxidada; ocho cucharillas y cuatro platos para toda la familia, un cajón vacío con apenas unas bolsitas de fideos y una bolsita de azúcar y en definitiva, un escenario apenas digno para rodar una película de esas en las que salimos del cine con mocos y lágrimas en nuestro rostro, porque lo más duro del panorama, es que en contraposición a ellos, nosotros corremos una mejor suerte y no donamos nada a los demás, algunos porque no sabíamos a quién dar y que realmente lo que donemos lo necesiten las personas, pues ahora tenemos a esa familia a quien poder colmar de favores básicos, pues ni agua tienen para bañar a sus hijos.
– ¿Cuál es el panorama familiar en el que vives con tus hijos y pareja?
– «Tengo 24 años, tres hijos y estoy embarazada del cuarto, vivimos en esta media agua desde hace tres años, somos pobres y mi pareja trabaja como temporero, es un hombre humilde, de buen corazón, pero al que no le alcanza el dinero para poder darnos una mejor vida, aunque le sobre amor para nosotros».
– ¿Cuál es el principal problema que enfrentan ustedes?
– «El principal problema que nos aqueja es la carencia de agua, no tenemos agua potable y tengo que salir a casa de mis vecinos para que me regalen un poco, pues ni el municipio ni la cooperativa de agua potable nos han dado una solución concreta a el problema».
– ¿Por qué no tienen medidor ni conexión de agua potable?
– «No nos ponen tubería ni medidor, porque no podemos demostrar que la mediagua es nuestra, no tenemos Escritura, lo que nos afecta directamente a todos, quiero pedirle al señor Alcalde Patricio Freire que se ponga la mano en el corazón y nos ayude con esta situación, porque mientras todos en San Felipe de seguro pasarán una Navidad con hartos regalos, nosotros sólo le pedimos agua potable».
– ¿Cuánto es lo que recibes por concepto de ayuda social actualmente?
– «Me da hasta pena decirlo, pero lo que recibo de ayuda, por mis tres hijos y por concepto del Programa Puente, son $17.000 y $23.000 por concepto de Subvención Familiar del Estado, en realidad es muy poco».
– ¿Qué puedes comprar con esos $40.000 mensuales?
– «Con ese dinero lo que puedo comprar a veces, son unas cajitas de leche y unos pocos pañales al mes, lo que mi esposo gana como temporero no es mucho y prácticamente apenas para comprar la comida».
– ¿Estarías dispuesta a recibir ayuda de nuestros lectores si ellos te llaman para ofrecértela?
– «Sí. Por mis hijos, lo aceptaría. No me importa poner la mano o recibir una bolsa de arroz: un paquete de pañales o lo que la gente quiera regalarnos, pues la vergüenza la dejo de lado si a cambio mis guaguas no pasan hambre ni penas».
– ¿Qué tan mal lo pasan durante el año?
– «Claro que de repente la pasamos mal, no siempre, pero a veces no tengo pan ni leche para los niños, menos pañales, por eso es que estoy pidiendo a los almacenes, a las tiendas, cualquier ropa que ya no vendan, alimentos que se puedan usar, cualquiera puede venir a nuestra media agua y confirmar cómo vivimos, aquí nadie tiene vicios ni tenemos lujos».
RESPUESTA MUNICIPAL
Diario El Trabajo buscó el parecer del Alcalde Patricio Freire sobre la situación que vive esta familia sanfelipeña, el edil hizo de nuestro conocimiento que se colocarán a la brevedad en contacto con la familia, con el objetivo de que estas personas cuenten con el agua necesaria cada día.
Además se realizará una visita al sector para evaluar su situación desde el punto de vista social y específicamente de salud, especialmente de los niños que se encuentran en el lugar y se coordinará con la Dirección de Desarrollo Comunitario para que estas familias puedan ingresar a los distintos programas que se ejecutan en la comuna en el área social.
El Alcalde Patricio Freire, siempre preocupado por este tipo de situaciones que afectan a los vecinos de la comuna, instruyó que se realice el contacto con los vecinos a la brevedad, con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
Según se informó también por parte de la alcaldía, en los siguientes días se estarán repartiendo regalos a los niños del sector, para que esta Navidad tengan además un juguete y quizá, en su rostro una sonrisa.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl