Jefe de pabellón y enfermera Jefe del San Camilo con Diario El Trabajo:
Que los hospitales están trabajando a su máxima capacidad es una noticia que vemos a diario, pero no siempre dimensionamos lo que esta gestión significa, pues no vemos todo el trabajo y los esfuerzos que se realizan en su interior para seguir atendiendo a los nuevos pacientes que siguen y siguen contagiándose pese a todas las medidas restrictivas.
Un buen ejemplo de este esfuerzo es el gran trabajo que está realizando el personal del Servicio de Pabellón del Hospital San Camilo, el cual ha debido reinventarse para adaptar sus quirófanos, es decir, las salas donde normalmente se opera, en espacios para sumar nuevas camas de pacientes críticos con Coronavirus.
Y es que el requerimiento de camas es a nivel nacional, todos los establecimientos han debido ver la forma de aumentar su capacidad de camas críticas y el San Camilo no es la excepción. Antes de la pandemia, contaba con seis camas de UCI. Hoy su oferta a la red nacional es de 23.
«Nosotros contamos normalmente con cinco pabellones, pero hoy nos manejamos sólo con dos: el de Urgencias y uno extra para los casos más necesarios como cáncer y otras intervenciones que no pueden esperar. Las otras tres salas las convertimos en UCI para dar cobertura a todos los pacientes que se agravan producto del Covid-19», asegura el jefe de Pabellón, Dr. José Meneses.
«SI SUPIERAN…»
Sus declaraciones las complementa Blanca Contreras, enfermera supervisora, quien destaca todo el trabajo que ha debido enfrentar el personal para lograr esta reconversión. «Nuestros funcionarios han debido cambiar sus turnos, aprender nuevos procedimientos, lidiar con otro tipo de pacientes y lo han hecho de buena manera, aportando a esta gran crisis como buenos funcionarios de la salud que son, es nuestro deber y lo estamos cumpliendo con orgullo».
Lo anterior, eso sí, no es gratuito, al cansancio natural de los turnos extenuantes ha debido sumar el estrés psicológico de tratar con pacientes que permanecen mucho más tiempo con ellos que antes y ante quienes deben utilizar numeroso equipo de protección.
«Nos alegra verlos de alta, pero también hemos visto cómo algunos fallecen en el intento. Eso duele. Dan ganas de invitar a los irresponsables a ver cómo sufren los enfermos y todo el trabajo que se hace para salvarles la vida. Si supieran, cambiarían su actitud», agrega Contreras.
Esto lo ratifica el Dr. Meneses, para quien el esfuerzo del personal es destacable: «Al inicio había miedo, reticencia a los resultados, pero nos capacitamos y nos adaptamos, pese a nuestros espacios reducidos y todos los cambios que esto implica. Acá no sólo ha participado el personal clínico, sino que también esto ha demandado un trabajo de servicios generales, de equipos médicos, de la parte administrativa, informática, etc. Montar camas críticas no es fácil, pero le hemos puesto empeño porque sabemos que estamos haciendo algo grande. Estamos cansados, pero con la moral en alto».
Hasta ahora se desconoce cuándo terminará esta pandemia, pero los hospitales y sus funcionarios del Hospital seguirán trabajando para recuperar la salud de la población. Hoy es el Covid-19, mañana, no se sabe. Pese a esto, siempre hay una luz de esperanza, pues ante la pregunta si lo volverían a hacer, ambos profesionales responden al unísono: «Sí, de todas maneras».
