Sus profesionales serán distinguidos por el Municipio:
Hoy compartimos con nuestros lectores una reseña especial al Dr. Francisco Manríquez, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Camilo, esto en virtud de la Distinción Especial que el Concejo Municipal entregará este 3 de agosto al personal de dicha unidad médica. En entrevista con Diario El Trabajo profundizamos en la historia y funcionamiento de la UCI, pues sigue siendo reconocida como un Servicio Destacado al servicio de todo aquel que la necesite, su existencia ha permitido entregar una atención de calidad a los pacientes más graves de todo el Valle del Aconcagua.
ASÍ NACIÓ LA UCI
El lunes 1º de agosto de 1994 dio inicio a sus prestaciones la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Camilo, con cuatro camas iniciales que luego se convirtieron en seis. Desde entonces, han sido miles los usuarios beneficiados por el salto cualitativo que significó su creación para la atención de los pacientes más graves, que anteriormente debían ser derivados a otros centros fuera del Valle. Desde aquellos años la Unidad ha ido perfeccionándose y modernizándose para dar una mejor atención y cobertura a toda la población usuaria.
Llegada la Pandemia, la UCI llegó a ampliarse hasta cuatro veces, pasando de seis camas a un total de 23 distribuidas en cuatro UCI, Covid y no Covid, dando una atención integral a todos los pacientes que lo requirieron, sin tener que vivir el dilema de la ‘última cama’, gracias a la capacidad de adaptarse a las necesidades, todo debido a un equipo humano comprometido y altamente calificado desde el ámbito técnico. Su trabajo frente a la pandemia ha sido impecable y ha permitido brindar la confianza necesaria a toda la comunidad de que frente a la adversidad, cuenta con un equipo profesional comprometido con su recuperación.
ANTES Y DESPUÉS
Todo lo anterior, los hizo merecedores de una Distinción Especial como equipo destacado por parte de la Municipalidad de San Felipe en su aniversario 2021, lo que sin duda los llena de orgullo. De acuerdo al médico jefe del Servicio, Dr. Francisco Manríquez, la creación de la UCI y su trabajo en la pandemia, genera un antes y un después en la salud del Valle.
«Antes no existía UCI en el valle y los pacientes más graves tenían que ser derivados a otras regiones u otras ciudades, con el riesgo que significaba el traslado. Hoy, a 27 años del hito, hemos demostrado que podemos estar a la altura de grandes e impensados desafíos, como lo hemos puesto en práctica tras la llegada de la pandemia (…) El Covid-19 lo cambió todo, fue una verdadera revolución para la medicina y para el tratamiento de los pacientes críticos… Sin duda, para nosotros fue un vendaval que nos forzó a hacer algo totalmente impensado, pero que nos tiene bastante orgullosos, que fue el hecho de aumentar de nuestras seis camas críticas históricas, a 23, llegando incluso a tener cuatro UCI en diversas dependencias para dar cobertura a los pacientes tradicionales y a los contagiados con Covid en estado de gravedad», asegura el Dr. Manríquez.
– ¿Cómo fue eso posible?
– Afortunadamente podemos decir con mucho orgullo que el manejo de los pacientes en la UCI ha sido notable, tenemos un índice de muy poca mortalidad y muy pocas complicaciones en relación a otros pacientes. Hemos logrado sacar pacientes bastante bien recuperados, con pocas secuelas y con poca mortalidad en los pacientes más graves, y todo lo anterior es gracias a un profundo aprendizaje que hemos vivido y que nos cambió de manera importante en todo este camino, ya que hemos tenido que incorporar una patología completamente nueva en el mundo, de la cual no sabíamos nada. Por lo mismo, la terapéutica ha ido cambiando en el transcurso de los meses y años y ahora ya estamos un poco más a caballo con lo que realmente se tiene que hacer. Si comparamos lo que hacíamos al principio con lo que estamos haciendo ahora, no tiene nada que ver y eso es porque hemos tenido que conocer y estudiar mucho para poder enfrentarla.
Como diría Nicolás Massú, ‘nada es imposible’…, ¡Claro! Todo lo que hemos hecho era absolutamente impensado sin pandemia. Tener la capacidad de adaptarse y de ampliarnos en camas, infraestructura y personal como lo hicimos no estaba en la cabeza de nadie, pero lo logramos y orgullosos podemos decir que en Aconcagua, al igual que a nivel nacional, nunca tuvimos que llegar al dilema de la última cama, porque siempre nos adelantamos y creamos nuevas camas para dar la cobertura necesaria. Todo esto además, fue sobre la marcha porque no nos dieron tiempo para prepararnos. Me imagino que a nivel humano y personal también han cambiado… evidentemente. Esto ha sido una experiencia fuerte para todo el equipo. Hemos aprendido a trabajar con pacientes mucho más graves de lo que estábamos acostumbrados, y hemos visto morir gente joven que estaba sana de otras patologías, pero que evolucionaron en forma muy grave y crítica por el Covid, falleciendo en el camino a pesar de todos nuestros esfuerzos. Eso nos ha enseñado como equipo a ser realmente humildes e ir aprendiendo de nuestros errores para mejorar cada día más.
– ¿Estuvieron a la altura del desafío?
– Sin esta voluntad y disposición al cambio, esto habría sido una catástrofe. Nunca nos quedamos sin camas de UCI gracias al trabajo de un enorme equipo humano clínico y de apoyo, ya que contar con los ventiladores no es suficiente. Acá hay un trabajo enorme e invisible paras los usuarios que es realmente destacable, por lo tanto, la respuesta es sí, como equipo y como hospital hemos estado a la altura.
– Con todo esto, ¿ve el futuro con optimismo?
– ¡Siempre con optimismo! Estamos aprendiendo cada vez más. Nuestros pacientes ahora tienen una evolución más positiva y el manejo es diferente. Estamos sacando mejor a los pacientes de lo que hacíamos al principio, en mejores condiciones y con menos secuelas, aunque creo que la historia cambió definitivamente. Esta enfermedad llegó para quedarse y eso seguramente nos obligará a mantener una segunda UCI abierta para esta patología y así no mezclar los pacientes.
– ¿Cómo toman este reconocimiento por parte de la Municipalidad de San Felipe?
– Nos parece muy bien y se agradece, ya que el equipo verdaderamente se ha pasado. Ha trabajado a full durante dos años sin casi poder tomar vacaciones, así que esto es mérito de todo el equipo y sus integrantes, que está compuesto por gente antigua y con quienes se han incorporado al trabajo luego de la pandemia.
– ¿Orgulloso del equipo?
– Absolutamente, muy orgulloso de haber estado a la altura del mayor desafío en materia de salud que hemos vivido.