Cerca de 2.000 personas participaron de la marcha por la defensa del agua y los glaciares, que partió en la comuna de San Esteban y culminó con un acto cultural en la Plaza de Armas de Los Andes.
Cerca de 2.000 personas participaron de la marcha por la defensa del agua y los glaciares, que partió en la comuna de San Esteban y culminó con un acto cultural en la Plaza de Armas de Los Andes.

LOS ANDES.- Cerca de 2.000 personas participaron de la marcha por la defensa del agua y los glaciares, que partió en la comuna de San Esteban y culminó con un acto cultural en la Plaza de Armas de Los Andes. El acto, convocado por organizaciones ambientalistas, tuvo por finalidad dar a conocer los perjuicios que acarrearía para el Valle de Aconcagua la ejecución del Proyecto Andina 244 que implicará la destrucción de glaciares.

La Ampliación de la División Andina –también llamado Proyecto Andina 244- podría afectar casi 5.000 hectáreas de glaciares ubicados en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, hoy de importancia crítica para las actividades productivas propias de la región y sus habitantes.

Chile tiene el 87% de los glaciares que existen en la Cordillera de los Andes y como tales, cumplen un rol vital para los ecosistemas de nuestro país y quienes habitan en ellos. «Son las principales reservas de agua del planeta, sin embargo, como en Chile no existe ninguna legislación que los proteja, cualquier proyecto que obtenga un permiso ambiental puede terminar dañándolos, tal como quedó en evidencia en el caso de Pascua Lama, en donde el impacto a los glaciares simplemente no ha sido sancionado por nadie», asegura Samuel Leiva, Coordinador de Campañas de Greenpeace en Chile.

Según Leiva, el Estudio de Impacto Ambiental que presentó Codelco, tuvo más de 2.200 observaciones generadas por los Servicios Públicos y la ciudadanía, la que exigía decenas de nuevos estudios, denunciando la omisión de información y la intención de afectar de forma directa los glaciares de roca.

Sylvia Chávez, Presidenta de la Agrupación Ecologista de Aconcagua, aseguró que «hace más de cuatro décadas que opera Andina, tiempo en que se ha trasformado en el proyecto minero que más ha intervenido los glaciares y contaminado los cada vez menores caudales que surten a todo el Valle. La actual situación del Valle de Aconcagua supone una alerta que debe ser escuchada por nuestro país y el mundo».

Por su parte, Matías Asún, Director Greenpeace Chile, afirmó que Chile no cuenta con una legislación que permita la protección de los glaciares y hay muy poca fiscalización considerando que son reservas de agua. Asún dijo que seguirán participando de movilizaciones y adelantó que está en una campaña de recolección de firmas para exigir al Estado de Chile que reconozca que los glaciares son de todos y los considere un patrimonio para la preservación de la vida, «y no puede ser que las empresas se aprovechen para destruirlos y por eso Codelco tiene que ser nuestro orgullo nacional y no puede amenazar el equilibrio sistémico de nuestro valle».

A su vez, el Diputado Marco Antonio Núñez, sostuvo que el Proyecto Andina 244 tal como se ha presentado, no es sustentable y por eso tiene que cambiar para que permita un desarrollo sustentable y que genere empleos para la gente de Aconcagua. El parlamentario se mostró satisfecho con la gran convocatoria que tuvo la marcha lo que demuestra la preocupación de la ciudadanía por este proyecto.

Por su parte, el Alcalde de San Esteban, René Mardones, agradeció a todos quienes participaron de esta gran movilización ciudadana, «porque nosotros creemos que hay otro plan para llevar adelante la Expansión de Andina, ya que no queremos detener el desarrollo, pero si detener la destrucción de los glaciares y eso no lo vamos a tranzar».

El edil acusó a Codelco, de no querer transparentar este proyecto, «porque ellos dicen que van a destruir cinco o seis glaciares, pero nosotros tenemos conocimiento que serán más de 70 y queremos que nos den cuenta que están haciendo con nuestra agua». Mardones expresó que si hoy no se hace en nada en 30 años más el Valle de Aconcagua se va a quedar sin agua. Agregó que desde que comenzó la explotación del rajo abierto en Andina el año 1983, se han venido generando graves problemas medioambientales.

 

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