Dando evidentes muestras de crecimiento físico y futbolístico, Unión San Felipe pudo superar con claridad a San Luis. El 2 a 1 final con el que concluyó el pleito que la noche del domingo último se desarrolló en el gramado sintético del estadio Lucio Fariña de Quillota, fue más que merecido. Los sanfelipeños literalmente sometieron a los ‘canarios’.
El juego permitió vislumbrar con mucha claridad que el grupo albirrojo ya está asimilando a plenitud la propuesta del entrenador Juan Manuel Lopez. Ante San Luis, en todo momento privilegiaron lo colectivo por sobre lo individual. Hoy se observa un Uní Uní muy fuerte, conectado en sus líneas y con mucha elaboración, completamente distinto a lo que sucedía hace poco tiempo, cuando la propuesta central para dañar quedaba expuesta en balones largos para que desde ahí hicieran su aparición hombres desequilibrantes como Mario Briceño o José Pablo Monreal.
En el gramado artificial del Lucio Fariña, los de Lopez mostraron mayor fortaleza psíquica. Eso, sumado a la evolución en su juego, permitió a los jugadores poder sobreponerse a la desventaja transitoria cuando quedaron abajo en el marcador tras el golazo de Humberto Suazo en el primer tiempo.
Desde el banco técnico también hubo buenas determinaciones al meter tres cambios precisos que funcionaron y desequilibraron. Los ingresos de Lujan, Monreal y Gómez, fueron vitales para inclinar la balanza hacia el lado sanfelipeño.
Tras este trascendental triunfo, San Felipe escaló al séptimo puesto (25 puntos), aspectándose de gran manera para la decisiva segunda rueda, en la cual buscará el premio mayor de la Primera B, porque después de lo visto el domingo, este equipo puede pelearle a cualquiera.