Cuando el reloj indicó las 10 de la mañana de este jueves 16 de julio, el plantel de honor de Unión San Felipe volvió a los entrenamientos después de un alto que se prolongó por cuatro meses.
El reintegro al trabajo fue bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria, por lo que solo los jugadores, cuerpo técnico, área médica y algunos funcionarios del club tuvieron acceso al complejo deportivo unionista que tuvo puertas cerradas durante toda la jornada.
Fue el encargado del área médica del Uní Uní, Claudio Leiva, el encargado de explicar de manera simplificada parte del protocolo que se debió y deberá cumplir durante todo este periodo. «La ANFP dio las directrices y cada club debe adecuarlas de acuerdo a su realidad; felizmente Unión San Felipe cuenta con todos los elementos para que se pueda aplicar el protocolo en su integridad. En esta etapa el plantel se divide en grupos. En una primera fase cada cancha está dispuesta para que trabajen cuatro jugadores con la distancia debida; por ahora los jugadores no tienen acceso a los camarines por lo que tienen que llegar vestidos desde sus casas, y solo pueden ocupar los baños, además de tener un lugar determinado y personal para que estacionen», explicó el profesional.