Viene fiesta cumpleañera para doña Hilda Ramírez:
¿Se imagina usted las carreras que las madres tienen que dar todos los días para poder enviar desayunados y bien limpiecitos a sus dos o tres niños a la escuela? Ahora trate de comprender cómo se las tuvo que ingeniar doña Hilda Mercedes Ramírez para hacer esas labores de madre, pero con catorce pequeños.
Esta vecina de El Algarrobal cumplirá el jueves 12 de septiembre nada más y nada menos que 108 años, razón por la cual su amplia descendencia le organizará una masiva fiesta en su casa.
«Yo traje al mundo catorce hijos, ahora tengo 80 nietos; más de 50 biznietos y algunos tataranietos. Toda mi vida fui ama de casa, nací el 12 de septiembre de 1911, aunque me registraron en el Registro Civil varios años después. Tengo varios hermanos vivos, pero desde hace muchos años que no me visitan, ni yo a ellos. Sobre mi juventud puedo recordar casi todo, como cualquier persona, nací en El Tambo de Salamanca (Coquimbo), y me trajeron a San Felipe ya cuando tenía yo como 12 años, fue ahí cuando me inscribieron en el Registro Civil acá en San Felipe», comentó a nuestro medio la regalona abuela.
CAJÓN DURAZNERO
Diario El Trabajo habló ayer con una de sus hijas, Benita Astudillo Ramírez, quien desde hace años cuida de su madre, «mamá fue muy responsable cuando nos trajo al mundo, siempre lo fue, en esos tiempos la pobreza no era extraña para nosotros, mamá nos crió metidos en un cajón duraznero de madera, ahí nos tenía, y pese a que en esos tiempos era común que alguna madre regalara a sus hijos para poder alimentar a los otros a raíz de la pobreza, mamá nunca nos regaló, fueron años de muchas carencias, pero su amor nunca nos faltó, así que este año le haremos su fiesta», dijo Benita.
Roberto González Short