Muchos de nuestros lectores recordarán el caso de Rodrigo Pizarro González, quien sufrió un grave accidente en el año 2019, luego de caer de 3,5 metros de altura, sufrir un TEC cerrado y permanecer en coma por más de un mes. Hoy en día se encuentra sano y afirma que su recuperación fue un milagro de Dios.
El hombre de 47 años de edad está jubilado, vive actualmente en Santiago y no recuerda nada acerca del accidente que sufrió en Panquehue mientras pintaba un galpón. Sin embargo, recuerda perfectamente que una de las noches que estuvo en coma conversó con Dios, en donde le pidió salir de esa situación.
«Yo cuando estuve en el Hospital San Camilo de San Felipe, estuve en coma un mes y a mi familia los doctores ya le habían dicho que no tenían nada que hacer conmigo. Yo un día en la noche, a eso de las 02:00 am, desperté un poco y empecé a pedirle a Dios, y él me fue a ver. Me dijo que él me iba a sacar de ahí y yo le prometí que iba a ser un mejor padre, un mejor hijo y una mejor persona. Después, mi señora me llevó a Santiago y aquí los mismos médicos de las clínicas me dijeron que yo tuve un milagro; la Clínica San Andrés, Clínica Las Condes y el Hospital del Trabajador», aseguró Pizarro.
En diálogo con Diario El Trabajo, Rodrigo Pizarro sostiene que ya está jubilado, pero que a pesar de su grave accidente no tiene problemas físicos de ningún tipo, salvo una pequeña secuela, la cual tiene que ver con una leve pérdida de memoria. En este sentido, afirma que esta consecuencia lo afecta solo en ocasiones y que tiene que actualizar su cédula de identidad, que confirme su discapacidad, a pesar de sentirse totalmente autovalente.
«Con todos los accidentes que tuve, saqué una cosa muy chiquitita, pero lo demás no tengo nada; nada en mis piernas, nada en mis manos, ni en mi corazón, ni tampoco en los pulmones. Solamente, en ocasiones pierdo la memoria, pero eso creo que se me va a pasar luego, lo demás está todo bien y sano. Me jubilaron ya, me tienen que dar un carné nuevo, ya que para el gobierno yo soy una persona discapacitada, pero yo no me siento así, sino que rara vez pierdo un poco la memoria, pero es poco. Yo feliz con mi vida, feliz porque no tengo nada; camino súper, camino solo y me levanto solo», explicó.
Por otro lado, el sanfelipeño cuenta que en esa conversación con Dios, se le habría entregado un don, puesto que su madre y algunos amigos cercanos han estado gravemente enfermos también, y que estas personas se han recuperado gracias a la oración que realiza por ellos.
«Mi hermana me dijo que mi mamá tenía cáncer, que iban a operarla en Valparaíso y que iba a estar mínimo un mes. Yo le pedí a Dios por ella y gracias a él mi mamá se recuperó. Yo ahora creo mucho en Dios y todos me piden que yo le pida a Dios por ellos, muchas personas han estado enfermas, como mi papá, la señora Beatriz de Argentina, don Orlando de San Felipe y todos se han recuperado. Estoy contento, tranquilo, porque yo estuve casi muerto y Dios me dio más vida, además de que me regaló un don, el cual es que cuando yo le pidiera por una persona o por familiares, él me iba a escuchar. Lo único que él me pidió, que me acuerdo mucho, es que las gracias hay que dárselas solamente a él», aseguró el sanfelipeño.
Finalmente, Rodrigo Pizarro se encuentra contento y agradecido por esta segunda oportunidad que tiene para vivir. En este sentido, envía un mensaje a los sanfelipeños y a quienes estuvieron preocupados por su estado de salud, en este grave accidente, que este próximo 12 de diciembre cumplirá tres años.
«Un saludo a todos los sanfelipeños, de todo corazón, a todos los que estuvieron preocupados por mí, que rezaron por mí y a muchos que no me han visto en años. Pronto volveré a mi tierra natal y me gustaría ver a todos los sanfelipeños y darles las gracias por estar preocupados por mí. Después de tres años estoy mucho mejor, estoy recuperado y estoy esperando unos papeles que me deben nomás y me voy a San Felipe», concluyó.
Maximiliano Navarro B
