Juan Medina vive en El Almendral, en Piedra El León esquina El Cerro, justo está en el límite entre San Felipe y Santa María, pero territorialmente pertenece a la ciudad de San Felipe. Su problema radica en que él junto a su familia se encuentran viviendo un grave drama al permanecer ya un mes sin agua potable.
Según nos relató, en el lugar donde él vive, «que no es de mi propiedad, teníamos agua por orilla del cerro de una matriz que antiguamente la municipalidad le colocó a la gente del cerro. Nosotros por no tener agua nos conectamos a esa red. Pasó que hace poquito la municipalidad le quitó el pago de esa matriz de agua a toda esa gente de ahí y les cedió el medidor porque ellos formaron un comité. Ese es un lugar en toma, lo que es todo el cerro Yevide, y resultó que según lo que dijeron en el comité, son ellos los encargados de esa red de agua a la que también estábamos conectados nosotros y otras familias que pertenecen al lado de Santa María. Ellos, a nosotros, no nos incluyeron en el recurso porque supuestamente ahora hay que pagar el recurso (agua), en eso no tenemos ningún problema, pero según sus normas que ellos mismos hicieron, no nos quisieron admitir, ¿por qué?, porque se excusaron un poco en que la municipalidad (San Felipe) les había dicho que el agua era exclusivamente para ellos, y si les daban a particulares se las cortarían, pero aquí tenían que ver qué particulares eran, o sea nosotros, porque supuestamente se le estaba dando agua a Martel, que Martel es un negocio y nosotros no somos negocio, y dos familias más que están en el límite San Felipe-Santa María que también usaban el recurso, que no somos negocios, somos familias normales y necesitamos el recurso. En tres días se nos cortó el agua, el día miércoles nos mandaron un aviso de este comité y el día sábado fueron y nos la cortaron, así es que tuvimos que ver de dónde sacábamos agua, buscar y resulta que fue una persona de aquí de la municipalidad que nos contactamos, porque yo vine a hablar con el jefe de gabinete de la muni, él me derivó a otra persona, don Diego Kramer, él se fue a hacer presente allá y verificó todo lo que el comité no quiso aportarnos con agua. El punto era que yo le pregunté a don Diego cuándo la municipalidad les cedió este derecho, si acaso estaban conscientes de que iban a dejar personas sin agua, y parece que ellos no tenían ni idea, lo hicieron nomás y dejaron a tres familias sin agua. Las tres familias empezaron a tener que buscar, Santa María se hizo presente con las familias de allá, yo obviamente por pertenecer a San Felipe tuve que empezar a hacer los arreglos acá. Recién el 17 de agosto la asistente social me aprobó el que me vinieran a dejar agua. En mi casa somos cuatro personas; dos adultas, un adulto mayor y un niño, pero resulta que desde el 17 de agosto hasta el día hoy no me han llevado agua, y gracias a Santa María yo he tenido agua porque ellos de ‘paleteá’ me han pasado a dejar agua y del primer día sin pedirme ni un papel».
MUNICIPALIDAD DE SANTA MARÍA
Cuenta que desde el primer día que se le acabó el agua, que fue un día sábado, concurrió hasta la Municipalidad de Santa María. «No estaba ni el alcalde, no había nadie ahí y una secretaria me atendió, me derivó a la otra señorita que en dos horas ya me tenían agua en la casa. Desde la municipalidad de San Felipe nadie se acercó a decirme: «Don Juan, ¿le falta agua, necesitan agua?», nada, entonces poco consciente, y resulta que ayer (jueves) recién me llamaron para decirme recién ayer, siendo que el papel yo lo tenía aprobado desde el 17 de agosto, que se me había autorizado el envío de agua en tránsito, pero no para esta semana sino que para la próxima, o sea tengo que seguir esperando porque ya esta próxima semana vamos a ver si llega. Cuando yo fui a la asistente social el día 17 me dijeron: «Ya está bien, tiene los papeles en regla, le vamos a enviar agua», pero hasta ahí nomás quedé, o sea prácticamente tuve que esperar, nadie me llamó, me consultó si necesitaba agua, nada, entonces yo prácticamente por Santa María, siendo que no pertenezco a Santa María, me han subsidiado. Entonces ese es el cuento, resulta que tanto protocolo para tantas cosas, resulta que del otro lado no se hicieron ningún problema que yo perteneciera a San Felipe para pasarme un poco de agua», indicó.
– ¿Ese es el reclamo público?
– Ese es el reclamo, porque claro, o sea la municipalidad si hubiese sido aquí en el centro, llegan a correr con los camiones aljibes, pero como uno vive en la periferia y somos una familia, si somos cuatro personas e incluso me van a dar 1.500 litros de agua a la semana; digo 1.500 litros en una semana, yo creo que, disculpe la expresión, con ‘cuea’ voy a alcanzar no sé a mitad de semana. Somos cuatro personas aquí, no contemplan los animales que uno tiene; está bien, pero de repente se gasta mucha más agua en riego, en botar agua en lo que sea, pero lo que sea, será bienvenido, pero si nos van a dar… porque el agua es prioridad, no es como la luz; yo puedo estar un mes, dos meses sin luz, pero sin agua no se puede estar, entonces cuál es el asunto aquí, que este protocolo, esta cuestión que hacen, esta burocracia, a las finales en vez de ayudar se supone que perjudica.