En los noventa se convirtió en el primer supermercado de barrio en San Felipe, y en un tremendo desafío familiar para la familia sanfelipeña que levantó dicho proyecto, todavía adelantado para la época.
Han pasado los años y tras varias administraciones, el supermercado ‘La Doñita’ de San Felipe finalmente cerró sus puertas hace solo un par de años. Los vecinos fueron viendo cómo en donde se emplazaba la estructura del supermercado, ahora yace una construcción que solo evoca lo que alguna vez fue.
Problema Vecinal
Para los lugareños este verdadero ‘elefante blanco’ pasó de ser una genial comodidad y revitalización del sector, a convertirse en problema diario. Denuncian que hasta ahora se ha transformado en escondite de ladrones y drogadictos. En efecto Carabineros confirma 32 llamados en los últimos seis meses por intentos de robo, riña y venta de droga en las inmediaciones del edificio. Todo esto favorecido por la oscuridad de la noche o el amparo de su diseño.
Diario El Trabajo conversó con algunos vecinos inmediatos del ex supermercado. Una de ellas es Verónica Zamora, quien señaló que “es un peligro pues acá vienen los tipos a drogarse y nuestros hijos no pueden ni salir ya a la calle. Lo otro es que de a poco se está convirtiendo esto en un basural, acá la gente orina, pasa la noche, hace de todo y si no se corta luego más basura van a seguir trayendo”.
Para Norma Araya, el asunto es todavía más complicado, vive al frente de la propiedad y “a veces suena la alarma de madrugada y yo creo que todo este sector se despierta. Tenemos que estar preocupados de llamar a los Carabineros cuando vemos que están intentando meterse. Quizá sea bueno que algún organismo, Bomberos, Carabineros o Municipalidad puedan comprar la propiedad y potenciarla con actividades que beneficien a las poblaciones del sector”.
Posible solución
Hace unas semanas, cuando el municipio de San Felipe hizo la consulta ciudadana en el Liceo Roberto Humeres, y se presentaron dirigentes vecinales de ‘La Doñita’, ‘Las Acacias’ y ‘Santa Brígida’, algunos de ellos lanzaron una idea de mejora en su barrio, proponiendo al municipio de San Felipe comprar el edificio para emplazar un gimnasio, un centro de servicios municipales o un centro de extensión cultural que bien administrado, pueda revitalizar la propiedad con apoyo de los mismos vecinos que cuiden lo que les pertenece.
“Sería lo mejor que nos podría pasar, porque estamos justo al lado y vemos muchas cosas. Los delincuentes se guarecen en un rincón y muy pocas veces los atrapan porque tienen muchas partes por donde huir. Sería fantástico que la municipalidad entienda este problema que tenemos, y haga un esfuerzo. Sería fantástico que ellos se hicieran cargo y sería estupendo que este espacio se sepa aprovechar mejor, eso sería un alivio para todos nosotros”, señala la señora Nancy Toro, propietaria de un negocio cercano.
El municipio acogió la idea de los vecinos y fue incluida en el sondeo previo de cómo quieren los vecinos ver su ciudad y de qué manera la imaginan a futuro. Algunos concejales escucharon con beneplácito la iniciativa y se comprometieron a estudiarla.
La propiedad pertenece a la empresa familiar ‘Comercial Antillanca Ltda.’, de los hermanos Jorquera, y que por años se han relacionado a la tradicional Panadería Moderna en San Felipe. Fuera de micrófonos asintieron en la necesidad de recuperar el edificio y reconocieron los problemas que se han presentado tras el cierre del negocio. Esperan lo que muchos del sector norponiente de la ciudad imaginan: que tras la apertura del Street Center de Av. Encón y Hermanos Carrera, el sector se revitalice y se pueda emprender una nueva iniciativa en la propiedad. Aunque también se encuentran abiertos a la opción de vender al municipio o cualquier organismo interesado en desarrollar algún proyecto social o comunitario.
Pedro Muñoz Hernández