Vecinos rescatan a menor que quedó encerrado en vehículo en San Felipe

El menor una vez liberado fue abrazado por sus familiares que pudieron por fin respirar tranquilos.

Una situación bastante inesperada vivió una abuela la mañana de este martes en la calle Navarro a pasos de Prat, cuando su nieto de unos dos años de de edad, quedó encerrado en su vehículo, una suv Nissan.
Según la abuela, el hecho ocurrió cuando fue a subir un coche, en ese momento su nieto tomó las llaves del vehículo y accionó el cierre, de esa manera cerró todas las puertas por dentro.
«El niño me tomó las llaves y las apretó accionando todo el cierre del vehículo con las llaves, eso fue lo que pasó, pero gracias a Dios llegaron a tiempo los carabineros, los bomberos, así es que le doy las gracias a las personas que vinieron a ayudarme», dijo la abuela.
En el operativo quebraron un vidrio trasero del costado derecho. El niño en todo momento estuvo consciente, viendo todos los movimientos para poder abrir las puertas y poder sacarlo.
A eso de las once de la mañana la temperatura en San Felipe estaba aumentando, lo que aumentó la angustia y desesperación por liberar al menor.
Debido a la situación incluso se tuvo que cortar el tránsito por algunos minutos.
También llegó al lugar personal de Carabineros.
En la oportunidad se intentó abrir el vehículo con varios objetos, hasta que finalmente una de las personas que estaba ayudando, con ‘diablito’ logró subir el seguro de la puerta y abrir las demás. En ese momento la sensación de alegría de misión cumplida fue notoria. El problema había sido resuelto y el menor, que en todo momento se mantuvo consciente, fue sacado y entregado a su abuela.
El propietario de un local le convidó agua al pequeño, quien relajadamente comenzó a beber para rehidratarse.
Finalmente todo terminó sin inconvenientes a eso de las 11:30 horas.
Cabe señalar que el vehículo corresponde a un Nissan color blanco.

Hasta personal de Rescate de Bomberos debió concurrir al lugar ante el temor que la situación pasara a mayores.

El menor una vez liberado fue abrazado por sus familiares que pudieron por fin respirar tranquilos.

Este fue el vidrio que las personas debieron romper para acceder a subir los seguros.