- El viaje duró 15 días y los objetivos propuestos se cumplieron en gran medida.-
El biólogo aconcagüino, Arón Cádiz Véliz, este verano tuvo la oportunidad de participar en la Expedición Científica Antártica N°60 (ECA60), organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH). El profesional pertenece al Instituto Milenio BASE y se dedicó en esta expedición al estudio del pasado, presente y futuro de la diversidad de ecosistemas antárticos y subantárticos.
Su misión junto a su equipo conformado por Micaela Conejeros, Gabriel Muñoz, Catalina Sepúlveda y Giovannina Sutherland, fue colectar muestras de las plantas ‘Deschampsia antarctica’ y ‘Colobanthus quitensis’, y además, de suelo, agua e invertebrados de agua dulce en las diferentes islas de la península antártica, todo esto con el objetivo de investigar la evolución, adaptación y ecología de estos organismos localizados en el ambiente de frío extremo, y con ello analizar el futuro de los mismos frente al cambio climático.
La campaña marítima de 15 días a bordo del buque ‘Betanzos’, estuvo conformada por alrededor de 35 profesionales de distintas áreas, entre ellos biólogos marinos, químicos y meteorólogos, técnicos y documentalistas de distintos centros de investigación y de diferentes nacionalidades como Chile, Corea e Italia.
Si bien el biólogo se dedicó al análisis específico de un objetivo en particular, en la expedición científica también hubo otros propósitos a cargo del resto de científicos participantes, como el estudio de peces, moluscos, algas, bacterias, hongos, invertebrados de agua salada y dulce, y por último fósiles terrestres y marinos.
Dentro de lo que fue el cumplimento de los objetivos del viaje, estos se lograron en gran medida, ya que pudieron colectar varias muestras en los sitios previamente trazados antes de la expedición; sin embargo, las condiciones climáticas de la zona, en algunas ocasiones, les jugó en contra para la colección de ciertas especies.
En relación a lo anterior, la excursión hacia el continente antártico se realizó en temporada de primavera – verano porque esta época permite acceder a sitios donde se encuentra la flora nativa del sector. Sobre las condiciones climáticas de la zona, Arón Cádiz mencionó que “el clima es demasiado adverso, es muy cambiante, de hecho en alguna ocasión incluso, no pudimos bajar a las islas que debíamos haber bajado debido a fuertes temporales, y en invierno es mucho peor, y además hay una capa de hielo que cubre gran parte del mar. Además, la actividad biológica está concentrada durante la época más cálida que justamente es la época de primavera verano, entonces, por eso se realiza durante esa fecha”.
En cuanto a lo que más llamó la atención al biólogo, éste nos expresó que “todo fue hermoso, desde conocer el paisaje que es tan distinto a lo que uno está acostumbrado a ver, toda la fauna asociada a esos ecosistemas, y también la experiencia misma de la expedición en sí. También fue hermoso compartir con la gente, con el equipo científico, nos llevamos bastante bien, fue muy acogedor participar con esa tripulación. Todo en realidad fue provechoso y una muy buena experiencia.
“El paisaje es sobrecogedor porque uno no está acostumbrado a ver todo blanco, todo dominado por el hielo en gran mayoría. Eso es muy impresionante. Lo otro claro, toda la fauna, es súper distinto, ver pingüinos de varias especies, es hermoso, y lo otro es el efecto del día porque mientras uno se va acercando más hacia el polo durante el verano, no oscurece, entonces, a las 12 de la noche ya había luz como si fuera un atardecer o un amanecer”, expresó.
Sobre las características propias del territorio antártico, Cádiz indicó que “lo otro interesante de la Antártica es que es un territorio que a pesar de que tiene reclamaciones de distintos países, por ejemplo, Chile tiene una reclamación en la Antártica que de hecho se solapa en gran medida con la reclamación de Argentina; sin embargo, no es un territorio que actualmente tenga conflictos bélicos, todo el territorio antártico está destinado actualmente, a partir del Tratado Antártico como una zona de paz y de investigación, entonces es el único continente en el mundo que está dedicado prácticamente 100% a la investigación y al turismo.
“Este continente también es clave para el futuro del planeta, sobre todo porque tiene este rol de regulación climática, entonces es sumamente importante seguir estudiando y conservando este territorio. Si se derritiera el hielo antártico, el nivel del mar subiría por lo menos 10 metros, entonces implicaría una catástrofe a nivel mundial para todas las ciudades costeras”, indicó.
Finalmente, el biólogo se refirió a la dichosa oportunidad que se le presentó para conocer el territorio. “La verdad es que fui bastante afortunado, independiente si soy del valle o no, cualquier persona que pueda ir a la Antártica, y además participando en una expedición científica, yo creo que es una tremenda fortuna porque son de las pocas formas que se puede acceder a este territorio que está tan lejano y allá es súper caro, no es fácil acceder, de hecho el turismo que se hace en la Antártica es para gente multimillonaria, van en cruceros, embarcaciones de lujo para allá. Ojalá que se repita esta oportunidad y volver a participar”. cerró.