En un partido emocionante y reñido, Unión San Felipe empató a 1 frente a Deportes Antofagasta, en lo que terminó siendo un resultado corto, porque los aconcagüinos tuvieron todo para ganarlo debido a que su rival jugó casi todo el segundo tiempo con un hombre menos, y con el agravante que desperdició un penal cuando el juego entraba en su recta final.
Unión San Felipe comenzó con fuerza, presionando alto y creando riesgo sobre la portería custodiada por Zacarías López. Sin embargo, los antofagastinos se defendieron bien, con mucha solidez, lo que les permitió de a poco equilibrar las acciones e incluso disputar el control del juego.
Con dominio alternado y mucha intensidad de por medio, el duelo debió esperar hasta el minuto 40 para que se provocaran los primeros abrazos. Fueron los dueños de casa los que se abrazaron luego que Gonzalo Jara metiera un tiro de distancia tras un mal despeje del arquero visitante. El tanto del que por lejos es el mejor jugador unionista, solo puede recibir el rótulo de golazo y un verdadero regalo para los poco más de mil espectadores que llegaron hasta el reducto de la Avenida Maipú.
El segundo lapso se vislumbraba muy positivo para los sanfelipeños. La expulsión de Gonzalo Espinoza aparecía como una muy buena posibilidad para asegurar los tres puntos, aunque lo que se cree no siempre va de la mano con la realidad. A los 56’ el Uní Uní mostró dudas en su armado defensivo, lo que permitió a Enzo Díaz poner el empate.
Tras la igualdad de los forasteros, el pleito entró en una ida y vuelta constante. Esto se produjo básicamente porque los dueños de casa empezaron a mostrar tintes de intranquilidad que les impidió tener claridad para armar juego, situación que hizo más fácil la resistencia de los de la Segunda región.
Cuando el lance estaba equilibrado, se produjo una acción determinante en esta historia. A los 74’ el juez Mario Salvo concedió un penal a favor del Uní Uní, otorgando una posibilidad de oro para romper la paridad.
Luego de conversaciones de los locales y reclamos de los visitantes, César Huanca tomó la esférica número 5 (pelota) para cobrar la pena máxima. Gran parte de la parcialidad albirroja mostraba su desacuerdo con el ejecutor, que en todo caso tuvo la personalidad de disponerse a patear el penal.
Lastimosamente los presagios negativos se hicieron realidad cuando el cuidatubos norteño evitó que el lanzamiento del delantero se convirtiera en gol. Todo eso pasó en la media hora del segundo acto.
La pérdida del penal resultó fatal para San Felipe. A pesar de su esfuerzo y dominio, el equipo no pudo superar el golpe anímico y debió resignarse con un empate que solamente puede leerse como una derrota. Ahora, los de Muñoz deberán levantarse y mirar hacia adelante para intentar salir del fondo de la tabla, en la que son colistas con 14 puntos.