- Hoy es considerado una de las grandes promesas del arco en el fútbol local.-
Desde los 10 años de edad, Nicolás Alonso Caldera Maldonado, ha demostrado que la constancia y el esfuerzo rinden frutos. Hoy a sus 16 años, este joven arquero de la Sub-18 de Unión San Felipe ya entrena con el primer equipo y es considerado como una de las grandes proyecciones del club.
Oriundo de San Felipe, Nicolás inició su camino en el fútbol en el año 2019, cuando ingresó a la serie Sub-11 del equipo albirrojo. Antes de eso, había pasado por una escuela de fútbol en Rinconada de Los Andes, donde ya se lucía bajo los tres palos. «En un campeonato que hacen para los 18 de septiembre, se fueron a penales y Nicolás atajó todos los penales y salieron campeones. Y ya de ahí como que no dejó nunca más el fútbol», recuerda su madre, María José Maldonado.
El talento de Nicolás no ha pasado desapercibido. Actualmente entrena de lunes a sábado, alternando jornadas dobles durante las vacaciones de invierno. Además de su formación futbolística, complementa su preparación con gimnasio, nutrición y un estricto régimen alimenticio. «Ahora tiene dietas especiales, tiene un control completo de profesional», comenta su padre, Fernando Caldera Morales. «Él también va complementando con gimnasio, no solo se queda con lo del entrenamiento del fútbol», agregó.
Pese a su corta edad, Nicolás ya ha sido llamado a entrenar con el plantel profesional. En el último partido del sábado 28 de junio, estuvo en cancha realizando ejercicios precompetitivos junto al arquero titular del club, Paulo Garcés. Incluso apareció en la transmisión televisiva. «Salió justo Nicolás abrazándose con el arquero, con Paulo Garcés», contó con orgullo su madre.
Con una estatura de 1,83 metros y un físico privilegiado, Nicolás es considerado una verdadera joya por el club sanfelipeño, que lo cuida con dedicación. «Está considerado como una proyección dentro del club. Por eso mismo lo hacen entrenar y lo están apurando en el proceso», explican sus padres. Su pase pertenece actualmente al club, y aunque ha llamado la atención de otros equipos, la familia prefiere que, por ahora, continúe su formación en la localidad.
«Mientras Nicolás no termine cuarto medio, a mí no me gustaría que se fuera a ningún otro equipo», enfatiza su madre, poniendo el foco en su educación. Actualmente cursa tercero medio en el Colegio Vedruna, y aunque debe sacrificar parte de sus clases por los entrenamientos, sigue cumpliendo con sus responsabilidades académicas.
Para sus padres, ver a su hijo alcanzar estas metas es motivo de profundo orgullo. «El esfuerzo, la constancia, la perseverancia… finalmente están dando resultados», afirman emocionados. «Nos damos cuenta de que, como dicen por ahí, la constancia y la perseverancia le ganan a la inteligencia, generalmente. Le decíamos, ‘sé constante, esfuérzate, sigue luchando’». Asimismo, su familia se muestra muy agradecida del club Unión San Felipe por todo el apoyo que le han entregado a Nicolás.
Joven, disciplinado, enfocado y apasionado por el arco, Nicolás Caldera es uno de los nombres que comienzan a sonar con fuerza en el fútbol sanfelipeño. Su historia recién comienza.

