Sarela Prado, una flor de Curimón:
Este día martes en la mañana, en el Salón ‘Palmenia Pizarro’ del afamado restaurante ‘La Ruca’, ubicado en el sector de Bucalemu, se realizó un conversatorio sobre mujeres destacadas del Valle de Aconcagua. En esta ocasión se recordó el arduo trabajo que llevó a cabo Sarela del Carmen Prado Rivera, fundadora del establecimiento.
Se habló de sus comienzos en sus viajes a Valparaíso para vender los diversos productos de cerdo, además de llevar flores. Una mujer muy emprendedora que logró levantar este restaurante que es conocido a nivel nacional, visitado por varios programas de televisión dedicados a la comida tradicional.
Asistieron autoridades locales, provinciales, además de un grupo de estudiantes de la Escuela Carmela Carvajal de Prat y Colegio Asunta Palotta.
Una vez finalizada la actividad conversamos con Berta Isabel Figueroa Prado, hija de la señora Sarela, quien destacó que pese a su escasa educación, su madre luchó duramente «para conseguir esto, tener una hija universitaria que en esos años, yo voy a cumplir ahora casi 80, cómo luchó. Siempre ella decía que ‘no hay que quedarse atrás, tenemos que seguir luchando, no hay impedimento para estudiar, aunque sea con un cuaderno prestado y un lápiz gastado, no importa, hay que ir a estudiar.
– ¿Aplicó eso en su vida?
-Sí, soy profesional universitaria.
– La importancia que hoy sigan recordando a su madre con tanto amor y admiración.
– Un orgullo, ver que todo su trabajo, todos sus desvelos dieron fruto, y que la familia lo hemos sabido conservar lo que ella construyó y lo hemos seguido agrandando. Porque comenzamos con una mesa, la del comedor que la guardamos como tesoro. Es la primera que está a la entrada de La Ruca, que es la mesa de la familia, ahí nos sentamos a almorzar. Mi papá no estaba porque trabajaba en ferrocarriles, entonces él no tenía tiempo de participar, pero ella era entusiasta. Cómo no recordar los cantos de mi mamá, tocaba la guitarra y cantaba precioso. Cómo movía a la comunidad, en ese tiempo no habían juntas de vecinos, quiso conseguir un paradero para las micros porque todos andábamos en micro, y se consiguió. Para las fiestas de Navidad que se hacía aquí en el pueblo, iba toda la gente. Después fueron en Bucalemu, donde había representaciones de todo el pueblo.
– O sea incidía en el quehacer diario de la comunidad.
– Mucho, ella no estaba solamente aquí y no había fiesta donde ella no fuera invitada a cantar, siempre tenía que ir a cantar. Recuerdo mucho cuando en Rinconada se estaba construyendo la iglesia, y la mamá del actual alcalde hizo unas onces para juntar plata con un montón de señoras acomodadas y llevaban a mi mamá para cantar, animar esas onces. Yo siempre digo aquí hay recuerdos de mi madre, en todas partes.
– ¿Se siente orgullosa usted de su madre?
– Sí, ella muy en silencio, después nos enteramos, que ella ayudó a muchas jóvenes a estudiar. Ellos venían o ella iba y les daba algún dinero para que pudieran estudiar, y hoy día son grandes profesionales.
– Una palabra o una frase que podría graficar a su madre.
– La mejor madre del mundo, un orgullo, me emociona mucho, hay tantas palabras que podría decir de ella, pero no sólo con ser la mejor mamá como todos dicen, sino el ejemplo que ella nos dio de lucha, perseverancia, que no hay que bajar los brazos, que siempre hay que seguir adelante… ese es el mejor ejemplo de mi mamá.
Al finalizar, Pedro Plaza, reconocido folklorista del Valle de Aconcagua, interpretó algunas cuecas que fueron muy bien recibidas.
Sarela Prado junto a ‘Don Tito’ tuvieron dos hijos: Berta y Ricardo, ya fallecido.