Hoy 2 de abril se conmemora el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, la fecha se estableció por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de integrar a las personas con CEA-TEA, eliminando estigmas e incluyéndolas como parte esencial de la diversidad social.
Siguiendo esta línea, la implementación de la Ley TEA 21.545, la cual está vigente desde su promulgación el 2 de marzo de 2023 y que, según lo publicado por El Diario Oficial el 10 de marzo del mismo año, «establece la promoción de la inclusión, la atención integral, y la protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista en el ámbito social, de salud y educación».
Es en este contexto que Diario El Trabajo habló con profesionales del Valle del Aconcagua dedicados al área.
Camila Galdames Cuevas y Jairo Chavarría Alvarado, ambos terapeutas ocupacionales en el Centro de Desarrollo del Aprendizaje y Estimulación ‘Cendae’, explican que «abordar esta temática es deber de todos, es un diagnóstico cada vez más común y que nos obliga como sociedad a hacernos cargo y poder entregar a través de políticas públicas nuevas herramientas para poder apoyar a las familias de una persona CEA-TEA.
«Debemos entender que este no es un diagnóstico que afecta solamente a la persona, si no que se ve interferido el funcionamiento a nivel ocupacional de la familia, amigos, colegio y la comunidad en general. Como sociedad tenemos el deber de apoyar, y una de esas formas es informándonos sobre la condición, por eso este día es tan importante ya que de esta forma podemos visibilizar las necesidades de la comunidad CEA-TEA».
En cuanto a las dificultades a las que sus usuarios deben enfrentarse, mencionan el ámbito educativo y económico como los más repetidos:
«Actualmente trabajamos con niños y jóvenes con la condición. La problemática más recurrente es la dificultad al momento de ingresar a un establecimiento educacional, en cualquier nivel, ya sea prebásica, básica, media o universitaria. Los profesores generalmente están sobrepasados en alumnos, sobrecarga laboral y baja infraestructura que dificulta la aplicación de estrategias, por ejemplo, sensoriales, que se aplican en otros países.
«También no cuentan con las capacitaciones o formaciones necesarias para trabajar con la diversidad de alumnos a la que están expuestos ahora, que no solo es CEA-TEA, si no que hay diferentes diagnósticos que tienen necesidades específicas, ya sean de carácter motriz, cognitivo, etc.
«Por eso es importante que los recursos vayan en directo apoyo a los colegios que es donde nuestros usuarios pasan la mayor parte del tiempo.
«Otra dificultad también se ve en el apoyo a las familias, quienes generalmente deben costear el 100% de sus terapias de forma particular y aunque exista un convenio de Fonasa, no es suficiente para poder entregar todo el apoyo a las mismas».
Además, agregan que la Ley TEA «es el primer paso que estamos dando como sociedad para poder establecer los lineamientos de trabajo en relación al autismo en Chile, si bien, estamos muy al debe en los procesos y recursos que están destinados para la aplicación real de esta ley, se muestra como un camino hacia la inclusión real de las personas con CEA-TEA».
En este sentido, la norma gira en torno a la Ley 20.422, que tiene por objetivo «asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de obtener su plena inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad».
CEA-TEA EN ACONCAGUA
Camila y Jairo, desde su experiencia profesional, observan mayor visibilización y a su vez concientización del espectro autista en Aconcagua: «cada vez la comunidad se hace más consciente de las necesidades de las personas CEA-TEA.
«Es muy bueno que se creen comunidades de familias de personas con autismo que se apoyan entre ellas mismas, orientan o piden ayuda a profesionales. Así mismo, las autoridades destinan recursos para el funcionamiento de centros especializados en autismo o generan los espacios de conversación que visibilizan las necesidades de nuestros usuarios».
En la zona existen diversos centros capacitados para realizar terapias: «cuando iniciamos en el año 2016 con Cendae, solo estábamos nosotros y Casa Azul.
«Actualmente existen muchos centros y para la comunidad es muy bueno ya que aumentó exponencialmente la cantidad de profesionales que pueden atender las necesidades de los usuarios del valle, y cada uno de estos centros se encuentran en constante formación para mantenerse actualizados frente a los avances en los estudios del CEA-TEA.
«Ejemplo de esto es LaVie y Cendae que cuentan con salas que cumplen estándares de certificación nacionales e internacionales de integración sensorial. También se encuentran los centro Neuroestimula, Aconcagua colores, Psicosentidos, Terapia Integral Mosaico, entre otros», cierran.
Jacqueline León