Hijo de trabajador accidentado en conservera:
- Manuel Irarrázabal, hijo del trabajador homónimo afectado por el accidente en conservera San Clemente el pasado 4 de enero, se refirió al estado en que se encuentra su padre y agradeció todo el apoyo que ha recibido, tanto de la empresa, como de trabajadores y amigos.-
El trabajador que resultó con serias lesiones tras la explosión de una de las mangueras de las calderas de la conservera San Clemente (ex Pentzke), ya se encuentra más estable dentro de su gravedad. Este martes despertó del coma inducido y ya se le activó el AUGE ‘Gran Quemado’, por lo que se encuentra en evaluación de aseos quirúrgicos y proceso de reconstrucción en los daños que tiene.
Tras ser trasladado al Hospital del Trabajador, el afectado cuenta con su seguro de la ACHS, por ende la empresa ha corrido con todos los costos de hospitalización y tratamientos, incluso le arrendó un departamento a la familia a 5 minutos del Hospital para que visiten al trabajador.
Por todo el apoyo que ha recibido el operador perjudicado, su hijo Manuel agradeció a la empresa y a quienes han preguntado por la salud de su padre.
«Agradecer a toda la gente que ha preguntado por él; vecinos, amigos, compañeros del trabajo, ex compañeros, a la gerencia, al dueño directo de San Clemente, quien se comunicó con la familia y está prestando ayuda; lo que se necesita ellos han estado presente, se agradece», expresó.
«También agradecer a Jaime Maique, que fue el que estaba con él, es el jefe de la central térmica. Fue el primero en ayudarlo, junto a otro operador que no recuerdo el nombre; fueron los primeros en auxiliarlo y que no pasara a mayores», señaló Manuel.
El joven destaca orgullosamente el rápido actuar que tuvo su padre al momento del accidente, ya que a pesar de sus graves heridas, impidió que la eventualidad fuera más peligrosa.
«Me siento orgulloso de lo que hizo, por cómo actuó, la fuerza no sé de dónde la sacó; él alcanzó a reaccionar, por la experiencia que tiene, a darse cuenta de lo que iba a pasar, logró taparse la cara; él sabía que se iba a quemar, pero prefirió taparse la cara y tirarse al piso», mencionó.
Manuel, que también es operador, describió en base a lo que le dijeron testigos, cómo fue el momento de la catástrofe.
«Él es el que estaba arriba, con su brazo cortado (en el accidente); él no podía hacer fuerza y cortó vapor; el otro operador cortó gas; si no hubieran hecho eso no lo encontramos; eso es muy peligroso, porque como es una caldera a gas, eso empieza a temblar; literalmente es como una olla a presión; si ellos no hubieran tenido rápido accionar, eso explota como una olla a presión», indicó.
«Gracias a él y a los compañeros que actuaron instintivamente, y que por su experiencia y profesionalismo supieron cómo actuar en base a los primeros auxilios para socorrerlo y que no se siguiera desangrando», manifestó Manuel.
Cabe destacar que el papá (Manuel Irarrázabal), es operador de calderas con más de 25 años de experiencia, y que además cuenta con cursos y certificación del Seremi. El trabajador ya se encontraba jubilado, sin embargo, cuando se le dio la oportunidad de trabajar en la Conservera San Clemente, éste aceptó porque se sentía capaz y su familia lo apoyó.
Manuel y su familia en estos momentos se encuentran a la espera de la resolución del Seremi para saber con más detalle qué fue lo que falló en la caldera. Confían en que el informe detallado esté para esta semana.