- Los albirrojos merecieron el triunfo, pero lamentablemente el juez del encuentro no quiso que así fuese.-
Un empate en blanco, con un fuerte sabor a derrota, cosechó Unión San Felipe frente a Deportes La Serena, en el partido jugado la calurosa tarde del sábado pasado en el estadio Municipal. Desde la lógica, igualar ante el que por lejos fue el mejor equipo de la categoría, no puede considerarse un mal resultado, pero el pleito disputado en el reducto de la Avenida Maipú, quedó marcado por una polémica determinación del árbitro Francisco Soriano, quien objetivamente privó del triunfo al Uní Uní.
Las hostilidades se iniciaron luego que los dueños de casa hicieran el ‘Túnel Del Campeón’ al cuadro papayero, que sabiendo que su objetivo ya estaba cumplido, optó por no meter nunca el pie en el acelerador. Con eso brindó una buena ocasión a los dirigidos por Damián Muñoz para tomar el control casi total del encuentro. Fue por lo mismo que dispusieron de inmejorables oportunidades para romper el cero, algo que no sucedió solo por las buenas intervenciones del arquero Eryin Sanhueza, además de la poca efectividad de los sanfelipeños.
En el segundo lapso, los serenenses estuvieron más cerca del arco custodiado por Paulo Garcés, solo porque los aconcagüinos les brindaron mayores espacios, aunque así y todo, nunca hicieron temblar el pórtico custodiado por el golero local que tuvo una tarde muy tranquila.
Conforme se iba consumiendo el cronómetro, el cotejo fue alcanzando altas cuotas de tensión. El referí poco y nada ayudaba, al retrotraer continuamente las jugadas, mostrando con eso sus pocas aptitudes para impartir justicia a nivel profesional.
El punto de ebullición máxima se produjo en el 85’ cuando Soriano dejó sin sanción un claro penal a favor de los sanfelipeños. Un remate de Jara que iba con destino a las redes, fue detenido por un brazo de un jugador granate. Esa acción no tiene dos miradas. Fue penal y punto. Lo que sucedió después, cuando Salinas hizo el gol, se puede debatir, pero el penal no es debatible. Lastimosamente la ANFP envió a uno de los peores árbitros para que impartiera justicia en un partido clave. Las consecuencias de la determinación de Soriano (recuerde ese apellido), solo se sabrán cuando culmine el torneo.
Al final del encuentro, Soriano siguió con su show, al expulsar a un integrante del cuerpo médico unionista, aunque algunos sostuvieron que la cartulina roja fue para Garcés, cosa que después fue descartada.
Con este empate el Uní Uní llegó a los 22 puntos, quedando fuera del descenso, pero eso puede cambiar de manera dramática si Curicó Unido vence esta noche a Santiago Wanderers. Esta vez, todo el pueblo albirrojo será ‘caturro’.