Poniendo garra y mucho empuje cuando los argumentos futbolísticos escaseaban, Unión San Felipe logró sacar adelante el partido frente a la Universidad de Concepción. El 1 a 0 con que concluyó el pleito disputado ayer en el añoso y descuidado coloso de la Avenida Maipú, fue fiel reflejo de lo que sucedió en los poco más de 100 minutos que duró el juego.
Los sanfelipeños cargaban sobre sus hombros con la ineludible responsabilidad de hacerse del triunfo. Primero porque era una obligación vencer al ‘campanil’, además que había que aprovechar el severo traspié sufrido por Curicó Unido, que le abría una enorme ocasión de darle caza en la tabla de posiciones.
Después de un primer tiempo abúlico en su desarrollo y apático en lo que respecta a ocasiones de gol, los sanfelipeños pareciera que recargaron sus pilas para el segundo lapso, porque fue en el complemento donde se fue en busca del arco universitario, que resistía el cero gracias a dos portentosas intervenciones del arquero José Sanhueza.
Fue en el 56’ el instante donde se desató toda la alegría de los cerca de mil espectadores, cuando el extremo Matías Sandoval pudo vencer la resistencia del golero visitante, al poner la única diana que registró el cotejo correspondiente a la vigesimosexta fecha del torneo de plata chileno.
Con este triunfo el Uní Uní llegó a los 18 puntos, igualando a Curicó que tiene una mejor diferencia de goles (-13; -22), pero independiente de eso, lo importante radica en que ganó un encuentro que debía ganar porque en el fútbol sabido es que se aplica a la perfección ese dicho hípico que dice: ‘Caballo Alcanzado es un caballo pasado’.