Estuvo 43 años en el Servicio del Registro Civil:
«Ella me conoce a mí porque me casó», nos dice ‘Cocoa’ Villarroel por una señora que entró a comprar al local de Huertos Aconcagua. «Ella estuvo muchos años en el Registro Civil de San Felipe», agrega. Como de costumbre le propusimos contar su historia a los sanfelipeños a través de Diario El Trabajo. Debemos de reconocer que primero no quería: «Prefiero el anonimato», nos dijo, pero finalmente la convencimos y aquí la historia de Elizabeth Medel Retamal, Oficial Civil que nunca se casó, pero casó a muchos matrimonios.
– Nos cuentan que usted fue Oficial del Registro Civil de San Felipe, ¿cómo fue eso?, cuéntenos un poquito.
– Claro, yo fui Oficial Civil y trabajé en el servicio 43 años.
– ¿Cuántas historias ahí?
– Hay muchas, porque yo me inicié inscribiendo guagüitas en el hospital, en las oficinas, y después pasó el tiempo y a esas mismas las estuve casando. Eso significa que yo trabajé harto tiempo en el registro Civil. Pasaron muchas historias, porque a veces dejaban los matrimonios a medio celebrar porque el novio se arrepentía, y llegaban a la oficina porque me iban a buscar cuando había matrimonio a domicilio, entonces llegaban allá, no se van a casar porque el novio avisó que no se casaba y no se casaba; y qué hago, la fiesta…, no sé qué hicieron con la fiesta, y otras veces sencillamente en la oficina no aparecían porque se arrepentían a último minuto. Y otra vez le hicieron una talla muy fea al novio. Le hicieron una despedida de soltero y la última noche, al día siguiente se iba a casar, no lo soltaron, lo dejaron en la casa y cuando tenía que ir a casarse, apareció en la oficina y estaban todos, la novia, la contrayente y ella le dijo «no, porque tú quedaste no sé con quién», y se arrancó, se fue y no se quiso casar.
– Recién conversábamos, hay algunos que la responsabilizan de sus separaciones, de sus casamientos, usted me casó, ¿cómo es eso?
– Claro, «usted me casó y tuve mala suerte, no ve»; «tuve mala suerte porque él se portaba muy bien cuando pololeábamos, después se casó y se portó mal, llegaba tarde y se portó mal». Y otra vez que llegó una niña, me dijo: «señorita, cómo me puedo separar de mi marido, divorciarme». Tiene que buscar abogado no más, «porque me voy a separar por cochino», ¿cómo por cochino?, «mire, porque él es mecánico y llega todas las noches lleno de cebo de donde él trabaja, entonces no se quiere bañar y cómo se va a acostar conmigo, entonces yo no lo admito en la cama… cochino, entonces por cochino me voy a separar».
– Lo otro, historias de inscripciones de niños. ¿Cómo partió en el Hospital, inscribió hartos niños?
– Claro, inscribí hartos niños y se hizo muchas adopciones muy bonitas, muy bonitas, que veo a los niños que están bien, muy bien. Es un trabajo muy bonito, muy privados algunos y me gustó mucho el trabajo porque yo me daba al público, me gustaba el trabajo, les daba consejos a las mismas funcionarias que se querían a veces retirar, les decía «no te retires, sigue nomás no, hay como que tenga su sueldito uno».
– Oiga señora Elizabeth, de las niñas o niños que inscribió, se han ido a casar pero algunos ya profesionales.
– Claro, hay profesionales, de todo un poco.
– ¿Algún caso en especial?
– Bueno, yo tengo el caso, esto es privado, de una adopción, la señora siempre me encontraba, pero porque yo olvido eso porque es muy privado, entonces me decía «mire, yo quería mostrarle la guagüita, está muy bonita»… ya, le decía yo, pero después pasó el tiempo y a veces los niños necesitan saber la verdad; «sí, sí, él sabe la verdad», me dijo: «yo a los 9-10 años le dije mire mijito, nosotros no somos sus papás, somos adoptivos, ¿y sabe cómo reaccionó el niño?, me dijo ‘mamá nunca más me diga eso, nunca porque ustedes son mis papás’». Ahora él es profesional, trabaja… tiene título muy bueno, está trabajando muy bien el niñito salió muy buen niño y muy buen esposo porque se casó y tiene su hogar.
– Para cerrar y agradecerle, ¿algún comentario o reflexión final de todo lo que fue su vida en el Registro Civil?
– Mire, a mí me gustó siempre el servicio, bueno a mí me gustaba seguir algo con enfermería, algo así. Mi padre era un señor muy antiguo, entonces me dijo «no, eso no mijita porque en eso se ven tantas cosas nooo, mejor sufre mucho». Entonces yo hice el curso de enfermería, cuando estaba haciendo la práctica él por otro lado me buscó en una oficina mejor, entonces él me buscó en Registro Civil, di examen y salí nombrada, y me gustó del principio la vida social, hacer un servicio público y así es que trabajé 43 años y me retiré.
– ¿Usted es casada, tiene hijos?
– No tengo hijos.
– Pero ¿se casó?
– No, casé no más.
– ¿Es soltera?
– Soltera… crié hartos sobrinos sí.
La dejamos y cruzó la calle con sus compras.
Al finalizar, un gran saludo al personal del Registro Civil de San Felipe, donde atienden muy bien, tienen una tremenda disposición con el servicio público.