Patrimonio vivo sanfelipeño:
A sus 92 años de edad, y como una forma de entretenimiento, Elsa Aurora Olguín Chávez sigue manteniendo viva la tradición de la familia Olguín. Para ello hace helados artesanales en bolsitas en el verano, como los hacía su padre Manuel Olguín Tapia y que ella salía a vender por Santa María. Junto con ello, también los picarones en invierno, conservando así de forma intacta esta tradición que partió en esa comuna para luego trasladarse a San Felipe, en calle Salinas frente al edificio El Comendador.
Al conversar con Diario El Trabajo, recuerda que su padre Manuel Olguín Tapia era una persona muy pobre, y para subsistir elaboraba helados artesanales con fruta natural, leche de vaca y azúcar, que ponía en una fuente que batía sobre unas barras grandes de hielo que compraba. Cuando estaban listos, ella los salía a vender en Santa María, lugar donde vivía. Ella llegó al lado de su papá a la edad de 8 años aproximadamente, ahí recién lo conoció porque estaba internada.
Cuando ya tenían la pastelería, ella tenía como 10 años, le ayudaba a envolver los helados chupetes cuando su hermano Benjamín estaba ocupado, y si el pastelero no estaba, ayudaba a rellenar los pasteles.
«Esto lo hacía en la pastelería ubicada en Salinas frente al edificio El Comendador, ahí yo viví con él (padre). Allí había cuatro trabajadores y yo ayudaba en el invierno a freír picarones que se hacían en grandes cantidades, la masa la hacían en una especie de artesa de madera. Los más cotizados eran los picarones pasados. Fue la pastelería más famosa, ya que cada 8 de diciembre era tradición recibir a todos los niños que hacían su primera comunión, las mesas eran divididas para niños y niñas y adornadas con azucares y una cinta blanca. Los pasteles y tortas eran muy cotizados para toda ocasión», señala.
Dice que en la pastelería estuvo hasta los 16 años de edad, aproximadamente, «edad en que dejé de ver a mi papá porque me fui a trabajar a Santiago de empleada puertas adentro, y desde esa edad no volví a verlo hasta el día de su muerte en el año ´73».
Orgullosa cuenta que a sus 92 años aún «sigo la tradición, vendo helados en bolsitas en el verano y en el invierno hago picarones que he traspasado a distintas generaciones».
Lamenta que la pastelería se acabara cuando se incendió a puertas cerradas en el año ´74, «al año de haber muerto mi papá. La familia continuó la tradición, pero sola como los famosos Helados Olguín ubicados en la esquina de Salinas con Santo Domingo».
– Usted bien de salud, está ‘vivita y coleando’ como diríamos en buen chileno.
– Sí, quizás cuántos años más.
– ¿Qué siente cuando ve los helados Olguín que están ahí en Salinas con Santo Domingo?
– Nada, me da nostalgia todo, pero seguí yo la tradición de los helados vendiendo en la casa, pero en bolsitas.
– ¿O sea usted sigue haciendo helados?
– Helados y sigo haciendo los picarones que hacíamos por allá en el invierno.
– ¿Los vende entre sus amistades?
– Sí.
– ¿Cómo le va con eso?
– Bien.
Recalca que ella hace helados y picarones que le vende a sus vecinos, no por necesidad, sino como una forma de entretenimiento, porque dice que «sirvo para algo todavía. «Sobre todo en verano vendo hartos helados y picarones he vendido mucho, harto, a puro pedido nomás, como 20 docenas lo más que vendía».
– Para terminar, algo que quisiera decir, una reflexión, un resumen o qué siente usted.
– Nada, que estoy conforme con la vida que llevo ahora y con los recuerdos que he tenido.
– ¿Sus hijas la acompañan aquí?
– Sí, falta una.
– ¿Pero usted se casó?
– No.
– ¿Vivió con alguien?
– Sí.
– ¿Cuántas hijas tiene?
– Cinco me quedaron, se me murió uno, el hombre, se llamaba Carlos Bousi.
– ¿Sus hijas como se llaman?
– Alicia Bousi Olguín, Cristina Contador Olguín, Angélica Contador Olguín , Gladys Contador Olguín y Gloria Contador Olguín.
Una de sus hijas, Gloria, nos comenta que los que más le compran sus picarones «son los vecinos de la Población Santa Rosa, donde es la vecina más antigua, recordando que tiene hermosos 92 años cumplidos», señala.
Comentar que Elsa Aurora Olguín Chávez es la matriarca de la familia.