Un multitudinario adiós brindaron familiares, amigos y vecinos de Población Santa Rosa, además de algunos clientes, a Henry Contreras Maldonado, de 38 años de edad, mecánico, quien falleció este día sábado en la mañana de una falla cardiaca.
Henry Contreras era casado y tenía cuatro hijos, tres hombres y una mujer, y tenía su taller mecánico en calle Tacna Norte 349 de Población Santa Rosa.
Precisamente conversamos con uno de sus amigos e integrante del Club de Pesca y Caza, Arnoldo Caballero, quien reconoció haber perdido a un tremendo integrante, el cocinero del grupo; «era un excelente amigo, compañero de toda… era un muchacho que le gustaba mucho compartir y un buen papá porque se dedicaba a sus hijos. Él trabajaba de lunes a viernes para estar con sus hijos el fin de semana, porque salía temprano de su casa y llegaba tarde como vivía afuera, entonces eso nosotros lo admirábamos de él como era, porque a veces uno se olvida de la familia, pero él no, era un muchacho excelente, él como papá, como marido, todo».
– ¿Era el cocinero de ustedes?
– Sí, el cocinero del Club de Pesca, Caza y Disco, pero él era bien cooperador, lo que uno le pedía estaba ahí.
– ¿Los últimos días qué se supo, estaba en su casa cuando le ocurre este paro?
– Claro, él estaba en su casa, fue en la mañana cuando le ocurrió el infarto y nosotros nos conmovimos harto porque no estábamos acá en San Felipe, andábamos en lo que nos gusta, en cacería, y cuando nos avisaron nosotros quedamos destrozados. Así es que anoche (domingo) lo estuvimos acompañando, había hartos amigos, mucha gente como se ve ahora.
– Buenos recuerdos de él.
– Tenemos bonitos recuerdos, por eso uno tiene que quedarse con eso, con los recuerdos, y nosotros le decimos a la familia que esto es doloroso, pero se nota que el hombre era querido.
En el responso que se llevó a cabo ayer en la mañana, frente a su taller en calle Tacna, el diácono Jacinto Villarroel leyó un escrito entregado por la familia describiendo la vida de Henry, recordando que cuando tenía un año de vida llegó junto a sus padres a «vivir a la Población Santa Rosa donde creció en este lugar, conoció grandes amistades las cuales se mantienen hasta el día de hoy. Desde su infancia acompañó a su papá y a su abuelo en el taller en donde adquirió el gusto por los autos, desarrollando su pasión por la mecánica. Esta es una persona alegre, optimista y cariñoso que siempre estuvo preocupado, atento de quienes lo rodeaban», señaló.
El diácono destacó el poder escuchar una descripción así de su familia «y también de sus amigos, especialmente del Club de Pesca y Caza», comentó.
También hizo uso de la palabra una vecina, dirigente de Población Santa Rosa, quien destacó que fue campeón de cueca; «también logramos muchas cosas con él. Hoy en día te quiero decir, Henry, tu ilusión era ver pasto de punta a punta, me decía: ‘señora Angélica, se imagina que tengamos pasto de punta a punta al frente’. Henry, lo logramos con el tiempo y ahora te estamos despidiendo en un lugar donde tú lo soñaste, y fue un lindo logro que yo te lo agradezco mucho porque fue un gran apoyo para todos acá, que nos enorgullece como vecino lo que tenemos acá en el sector. Henry, nunca te voy a dejar de querer, siempre te voy a recordar porque fuiste uno de los gestores de todo esto en compañía de tu familia que siempre nos acompañaba. Y lo otro que les quiero contar, cuando traían las champas de pasto, las plantaban y regaban y como llegaban cansados se bañaban ahí mismo, apenas se les veían los ojos y el barro, pero el problema era cómo llegaban así a la casa, todos embarrados. Fuimos surgiendo poco a poco con todo esto, con el apoyo de él y de los niños de ese entonces. Te quiero agradecer mucho Henry, sé que Diosito está con los brazos abiertos esperándote porque siempre fuiste un niño bueno», detalló.
Decir que también fue despedido con una canción creada para la ocasión por un grupo de muchachos del sello MP Record de San Felipe.
Posteriormente sus restos fueron trasladados hasta el Cementerio Parque El Almendral.