- A las 10 de la mañana del viernes llegó personal municipal, entregando nylon negro para la lluvia.-
Las fuertes ráfagas de viento de la madrugada del viernes y las intensas lluvias del sábado afectaron a gran cantidad de viviendas en el Valle de Aconcagua. Así fue el caso de los departamentos Sargento Aldea, dejando algunos blocks sin techo, ventanas rotas y vehículos dañados.
Los vecinos relataron que todo comenzó a la 1 de la mañana del 3 de agosto: «quedamos anonadados. Fue una voladera increíble, un catastro inimaginable para todos», expresó Michel Núñez, residente de una de las torres.
A las 10 de la mañana llegó personal municipal desplegando nylon negro, indicando que también entregarían sacos de arena. «No hemos dormido nada con los vecinos, ayuda humanitaria de nadie y que recién haya aparecido la Municipalidad… Qué quiere que le diga».
El sistema frontal afectó a todos los block, desde el 520 al 580. Los restos del techo del primero, llegaron hasta el último, quebrando parabrisas y ventanas de autos.
Hace aproximadamente tres años se realizó un proyecto de remodelación. Michel indicó que les habían prometido «una buena infraestructura para los departamentos. Es mucha plata lo que se ve para estas circunstancias. Es terrible, más para los vecinos que están in situ acá.
«Es una barbaridad que ocurran estos hechos así, siendo que aquí se gana un proyecto que la Municipalidad le paga a una constructora para hacer algo intachable.
«Es ordinario, pura madera reciclable, por el entretecho hay cosas… Dejaron como bodega».
Vecinos estiman que por cada block hay alrededor de 20 familias, en las que hay niños, personas con discapacidad y adultos mayores.
Johany, persona de la tercera edad y con problemas de presión, contó que estuvo sola en su departamento durante las ráfagas de viento. En el transcurso de la mañana del sábado decidió ir donde su hermana, puesto que no podía estar en su hogar debido a las lluvias.
Cada block tiene cinco pisos, poner el nylon era una acción peligrosa para la vida de los vecinos. Mientras Diario El Trabajo reporteaba el asunto, el techo del block 520 siguió cayendo. La lluvia no permitía seguridad y contribuyó a su colapso.
«Respuesta de nadie porque ¿a quién se le puede decir? La muni te pasa un plástico, ¿quién se sube? Bomberos están todos ocupados, quedas a la deriva y eso es fome», expresó Michel.
Un vecino del block 580 indicó que una de las alas del edificio no tenía luz. Una vecina del mismo sector mostró lo expuestos que estaban los medidores, la cubierta que los contenía fue arrancada por el viento.
«El tema va a venir después, porque no va a estar la capacidad para que la constructora se haga responsable y se va a armar un caos social porque no lo van a solucionar en una, dos o tres semanas», manifestó Michel.
Jacqueline León