Ante más de dos mil entusiastas espectadores, en el que para muchos era el partido más importante de los últimos años, porque estaba en juego ni más ni menos que la permanencia en la Primera División B, la escuadra albirroja no decepcionó a su fanaticada al imponerse por 2 goles a 0 a Santiago Morning.
El pleito correspondiente a la vigésimo novena fecha del torneo de plata del fútbol chileno, no daba el mínimo margen de error, ya que una derrota hubiese dejado al cuadro sanfelipeño con un pie y medio en la Segunda División. Es por eso, que la tensión se podía respirar y sentir en el coloso de la Avenida Maipú, que dicho sea de paso, pareció revivir épocas pasadas, cuando el Uní Uní y su gente eran uno solo.
Como se suponía, fue el cuadro local el que de inmediato tomó el control del juego. Con una propuesta de juego muy vertical, en la cual la zona media fue una zona de paso y no de retención, ya que había claridad respecto a que, equipos de las características de Santiago Morning, no es bueno ralentizar. La apuesta era ser verticales, y eso fue así gracias a la labor silenciosa pero muy efectiva del tridente conformado por: Axel León, Bryan González y el incansable Pablo Rodríguez.
Durante la primera etapa los aconcagüinos no dieron respiro a un adversario que solo se dedicada a esperar, y desde ahí intentar una arremetida sobre el sólido fondo sanfelipeño.
Pese al dominio casi unilateral, no fueron muchas las ocasiones para romper el cero. La más clara fue un cabezazo de Diego Cuellar, quien exigió al máximo al golero Leandro Cañete. Las demás fueron aproximaciones que solo fueron amenazas a raíz que, en lo que ya fue crónico durante la actual temporada, no hubo remates directos.
Mención aparte fue la pésima actuación del juez Gastón Philippe, quien cobró un negativo y protagonismo al pitar siempre con un criterio dispar. Podríamos decir sospechoso, pero lo árbitros chilenos en la actualidad son tan malos, que lo que hizo el árbitro solo puede atribuirse a esa condición.
Para Unión San Felipe, la segunda mitad era ‘matar o morir’, y ante eso existía una evidente preocupación respecto a si habría piernas para sostener el ritmo y la intensidad, además de saber si los de Palladino no serían presa del nerviosismo.
San Felipe creció, y se sostuvo firme en su propuesta, y eso fue posible al ruidoso apoyo que, desde las añosas galerías del Municipal, caían a la cancha. Eso los jugadores lo sintieron y agradecieron, poniendo mucha actitud en cada pelota en disputa.
La catarsis total se desató en el minuto 61’, cuando tras un buen centro de balón detenido por parte de Bairo Riveros, permitió que Diego Cuellar se elevara entre los centrales bohemios para poner un testazo ante el cual el cual el arquero Cañete nada puso hacer.
Con el partido ya cargado hacia su lado, los albirrojos empezaron a administrarlo, pero sin ceder nunca el control a su oponente que no encontraba la fórmula para arrimarse sobre el arco sur.
A los 70’ Sergio Vergara desató el carnaval total, cuando mediante un latigazo simplemente impactante selló una victoria histórica, porque significó que Unión San Felipe, matemáticamente libró del descenso, aunque el sufrimiento podría extenderse unos días más si es que el TAS devuelve 9 puntos a Santiago Morning. Si eso pasa, todas las cartas se jugarán este fin de semana ante Deportes Concepción en la capital del Biobío.








