Diferentes formas de operar y algunas recomendaciones básicas para los pasajeros formuló un sanfelipeño que pidió reserva de su identidad, quien se desempeñó durante 26 años como auxiliar de buses en una empresa con recorrido a Santiago.
Lo anterior luego que publicáramos una información sobre unos falsos inspectores que roban arriba de los buses, principalmente equipos tecnológicos de alto valor como computadores portátiles.
Le preguntamos cómo suceden los robos arriba de los buses y nos cuenta que los delincuentes ahora compran sus pasajes, se suben al bus «y se van con las manos arriba de las paqueteras, que antes eran cerradas, ahora no, van abiertas totalmente. Entonces se van con las manos arriba, arrastrando y corriendo el bolso de la víctima para atrás. Yo creo que a ella (la víctima) le llevan marcada ya desde que va a subir, ven que llevan notebook, porque muchos lo sacan en los escaños allá en el terminal, se sientan ahí, entonces los tipos están sacándole el ‘rollo’ para poder seguirlos en qué bus se van, sacan los pasajes, suben y se van con las manos hacia atrás y ahí cambian el bolso, echan los equipos al otro bolso de ellos, es el tema».
Agrega que por lo general, si ya robaron el objeto, cuando ya el bus va en movimiento, llegan corriendo donde el conductor y le piden parar con cualquier excusa, diciendo que tienen que bajarse, «se bajan y claro, sacaron un pasaje ¿cuánto le cuesta? 5 lucas, ¿y en cuánto venden el robo?, supongamos en unas 100 a 200 lucas o más, esa es la manera de operar de estos tipos que roban arriba de los buses».
Reconoce que mucha gente no cuida sus pertenencias y «después le reclaman al conductor, al auxiliar; bueno, ahora no tienen (auxiliar), pero le reclaman al conductor que no se preocupa. En todo caso a la subida hay un inspector que lo único que hace es marcar los boletos, tampoco sabe quiénes son. Ellos van tan bien vestidos que no se dan cuenta».
– Nos decías que algunos van de terno.
– De terno, como si fueran ejecutivos porque nadie los ‘cacha’, yo de repente los ubicaba. Una vez bajamos a unos tipos con unos carabineros. Le dije «oye, sabes que subieron dos tipos raros». El carabinero que iba saliente de noche ese día, ¿qué pasó? Que se fue derechito a donde estaban, y uno de esos ya andaba con orden de arresto, entonces son puntos, pero eso ahí es más descuido de las mismas persona que dejan las cosas arriba de la paquetera, tienen que cuidarlas.
– Con tu experiencia, ¿qué les recomiendas a los pasajeros?
– Que tengan más precaución nomás con sus cosas, llevárselo por último en la falda, ahí bien amarrado, porque se quedan dormidos también, de repente han robado cuando están durmiendo. Si ese es el tema, que aseguren bien porque en los maleteros no los pueden dejar porque se pueden golpear, son instrumentos delicados.
– ¿Llevarlas debajo de las piernas?
– Tampoco porque también por debajo del asiento te los pueden tomar, entonces por último cruzado en el cuello.
– La gente cuando se daba cuenta que le habían robado, ¿qué te decían?
– De repente empiezan a buscar las cosas cuando nosotros veníamos llegando aquí a San Felipe, el auxiliar, ahora no tiene, siempre los despertaba: «oiga, ¿le paso algo de arriba?». «No, no, nada», entonces de repente se vienen a dar cuenta cuando se están bajando en el terminal a veces.