- Querido vecino era el dueño de Plásticos Martel.-
Este jueves se conoció públicamente el fallecimiento del conocido y destacado comerciante Héctor Luciano Martel Torres. Su deceso, se produjo este miércoles 4 de junio en la noche, en la Clínica Santa María donde se encontraba internado. Primero estuvo hospitalizado desde el Hospital San Camilo.
Héctor Martel Torres tenía 70 años de edad. De su primer matrimonio tuvo dos hijos; Leo, hoy en día profesional, y su hija que, lamentablemente, falleció hace algunos años. Actualmente estaba casado con Patricia Opazo, con quien tuvo un hijo, Luciano.
Era muy conocido por ser el dueño de Distribuidora de Plásticos Martel, local ubicado en Avenida Yungay. En sus redes sociales, varios familiares le dieron la despedida recordándolo.
Diario El Trabajo conversó con su hijo Leo, quien admitió que «toda partida es dolorosa, pero gracias a Dios tuvimos la posibilidad de despedirnos como corresponde de él. Estuvo toda la familia el día miércoles, de las ocho de la mañana hasta las nueve y media que se fue, estuvimos junto con él acompañándolo. Se nos apagó de a poquito, pero por lo menos tuvimos la posibilidad de despedirnos como corresponde y se fue sin dolor, tranquilito, yo creo que eso reconforta en cierto modo. El día lunes tuvimos la posibilidad de hablar con él, porque el miércoles estaba sedado y el lunes tuvo una mejoría. Nosotros pensamos que iba a tirar para arriba, lamentablemente no se la pudimos ganar al destino», señaló.
Explicó que su padre ingresó por una neumonía, «estaba complicado, era enemigo de ir al doctor porque decía que uno iba por una rueda y terminaba haciendo un cambio, un ajuste de motor y lamentablemente fue así. Fue por la neumonía y descubrieron que tenía una úlcera, un sangrado interno; costó llevarlo al doctor, porque era porfiado».
En esta línea, aseguró que «en realidad, él desde que falleció mi hermana se dejó estar, tenía mucha pena y no se recuperó. Entonces, contra eso no se puede hacer nada. Mi hermana falleció hace cuatro, cinco años y él todos los días la recordaba, la extrañaba; gracias a Dios ahora me imagino que se reencontrarán, ella lo retará a él por su porfía y él a su vez por lo que pasó. Pero, gracias a Dios sentimos que todas las cosas fueron en paz, tranquilas y como uno esperaría; por lo menos yo tengo una tranquilidad en el corazón, porque se hizo todo lo que estuvo a nuestro alcance, lo llevamos a una clínica, nos esforzamos mucho por que saliera adelante, pero a veces Dios decide, él tiene la última palabra», indicó.
Estuvo casi dos semanas hospitalizado en el Hospital San Camilo y luego fue llevado a la Clínica Santa María, donde finalmente falleció este jueves.
Sus restos están siendo velados en la Catedral de San Felipe y hoy viernes a las 12:00 horas, es su funeral, para luego ser trasladado hasta el Cementerio Parque Valle Auco.
