Se va un grande del Uní Uní:
Producto de un paro cardiorrespiratorio, en la madruga de ayer miércoles, a los 60 años de edad, dejó de existir el querido Héctor Roco Lucero, uno de los máximos referentes históricos de Unión San Felipe, y ampliamente reconocido en el fútbol chileno en general.
La noticia del deceso del exzaguero y volante central, causó conmoción en la ‘Tres Veces Heroica Ciudad’, el Valle de Aconcagua y el país, ya que el ‘cabezón’ como era conocido en el balompié chileno, defendió con éxito las camisetas de Everton de Viña del Mar, Naval de Talcahuano y la Unión Española.
De personalidad exuberante y fuerte, Roco Lucero siempre supo erigirse como líder desde el momento mismo en el que hizo su aparición en el Uní Uní, club en el cual militó en dos períodos (1986-1989) y al final de su carrera (2000-2002), etapas en las cuales el club albirrojo tuvo dos ascensos, con un título de la Primera B incluido.
Héctor Roco Lucero también fue director técnico del primer equipo albirrojo, labor que siempre realizó con éxito, ya que la primera vez que sentó en el banco unionista el año 2008 tuvo números muy positivos que se desglosaron en cinco triunfos, dos empates y solo una derrota en los ocho encuentros que le correspondió dirigir.
La segunda vez que debió ponerse el buzo de técnico principal, fue en plena pandemia el 2020. En aquella oportunidad, Unión San Felipe estuvo a punto de ascender a la Primera A, cosa que no ocurrió a raíz que se perdió la liguilla ante Melipilla.
En aquella ocasión, los números también hablan del gran trabajo de Roco, quien de los diez partidos que dirigió, la escuadra sanfelipeña ganó cinco, empató tres y solo cayó en dos. Simplemente notable y fuera de serie, por algo es el segundo con mejor rendimiento histórico si se considera a los entrenadores con más de diez partidos a cargo del Uní Uní.
Pero la historia de Héctor Roco Lucero no solo se circunscribe al fútbol de honor, ya que también fue un destacado formador y entrenador en el mismo Unión San Felipe, además de ser veedor de otros equipos chilenos que sabían de su gran visión para captar talentos.
Otro espacio que supo abarcar el ahora extinto referente, fue el balompié amateur, donde llevó su trabajo hasta comunas y localidades como Santa María, Panquehue y otras más, dejando una huella imborrable.
Diario El Trabajo no está ajeno a la partida del excapitán, porque él también fue parte de nuestro medio cuando fue columnista de deportes. Muchos de nuestros lectores recordarán su columna de los días viernes ‘Trancando Con La Cabeza’, en las cuales Roco Lucero, de manera muy entretenida hablaba de todo lo relacionado al deporte rey.
Un miércoles 24 de septiembre la luz terrenal del ‘cabezón’ se apagó para siempre, sin embargo, en ese mismo instante se encendió la llama de la eternidad. Esa que está reservada solo para algunos elegidos.
