- Asamblea Territorial espera los resultados de su postulación a fondos de protección ambiental para continuar con el proyecto.-
El 6 de diciembre, la Agrupación Asamblea por el Medio Ambiente y el Patrimonio de Santa María, conocida como Asamblea Territorial, celebró un hito en su labor de defensa del Río Aconcagua con la inauguración de su proyecto ‘Bosques del Futuro: Comunidad en Acción’.
Este proyecto, financiado por el fondo ‘Contigo en Cada Gota’ de Esval, tuvo una duración de tres meses y contempló talleres realizados en el Colegio Santa María de Aconcagua, la sede de la Junta de Vecinos El Pino, el Centro de Artes y Oficios Almendral, y la Escuela Guillermo Bañados Honorato de Las Cadenas, además de jornadas de limpieza y reforestación. La iniciativa concluyó con un mural colaborativo.
La meta principal fue limpiar 100 metros cuadrados y reforestar entre 70 y 80 metros cuadrados del Río Aconcagua en el callejón Las Marías, sector El Pino, Santa María. Para ello, se utilizó el método Miyawaki, una técnica de restauración ecológica que emula la regeneración natural de la vegetación.
«Estuvimos calculando y la reforestación alcanzó 80 metros cuadrados, a donde pudimos plantar alrededor de 120 árboles y arbustos de 15 especies nativas distintas.
«En cuanto a los 100 metros cuadrados de limpieza en el sector, también se pudo llegar a completar eso, de hecho, tuvimos que habilitar el espacio para hacer la reforestación, porque no había, entonces, eso se hizo a través del uso de maquinaria. Luego se hizo una jornada de limpieza, que fue para remover cosas más pequeñas, que a la máquina le era más difícil sacar. Todo eso lo hicimos a través de la vinculación con el municipio, que nos facilitó una batea», precisó Jaime González Herrera, presidente de Asamblea Territorial.
Los trabajos de limpieza y reforestación se realizaron gracias a la participación activa de los asistentes a los talleres, la colaboración con el Colegio Marista de Quillota, cuyos estudiantes estaban estudiando temas ambientales, así como el apoyo de personas que respondieron a las convocatorias abiertas.
«La idea era hacer jornadas de educación ambiental, limpieza y reforestación con cierto público objetivo, que era el de los talleres, pero también están las convocatorias abiertas a la comunidad, donde participó gente de distintas organizaciones de sectores de Santa María y algunas de San Felipe. Por jornada, participaban de diez a quince personas cuando eran abiertas a la comunidad», añadió González, destacando también la importancia de visibilizar el proyecto en otras provincias relacionadas con el Río Aconcagua.
El evento contó con la presencia de autoridades locales, regionales y de Esval, además de representantes de las Juntas de Vecinos El Pino y El Llano, Carabineros, el Cesfam comunal y las instituciones educativas vinculadas.
Sobre los próximos pasos, González señaló: «Lo que queda para adelante, es mantener lo que hemos logrado. También hemos postulado a otros fondos, el día 12 de diciembre vamos a tener los resultados de los fondos de protección ambiental, donde postulamos un proyecto que tiene como idea darle continuidad a ‘Bosques del Futuro’, pero ya pensándolo como un sendero ecológico interpretativo y aula abierta, un espacio donde se pueda hacer educación ambiental para los establecimientos educacionales con los que nos vinculamos y con los que vamos a comenzar a vincularnos durante el 2025.
«Entonces con eso ya pretendemos avanzar más allá de las acciones, sino que también formar una mesa de trabajo que permita generar una ordenanza ambiental o algún instrumento de conservación o protección de la ribera del Río Aconcagua, para asegurar que cierre el acceso vehicular y no se deje basura».
Finalmente, reflexionó sobre los aprendizajes del proyecto, destacando la conciencia instalada por parte de los estudiantes respecto al cuidado del ecosistema del río, la evocación de recuerdos sobre el sector y lo poco conocido que es para la comuna la existencia del Río Aconcagua en Santa María.
«En términos generales, ya cerrando el proyecto, creemos que hay harta colaboración y ganas de querer participar, a nivel público y privado, en mejorar este espacio. Nos dimos cuenta que desde el Cesfam se quieren vincular, desde otros establecimientos educacionales, como el Liceo Darío Salas y de Oficinas del Medio Ambiente de otras comunas, como San Felipe.
«Hay una conciencia que permite poder seguir trabajando este tema y que también lo quieren replicar en otros lados. Entonces, creo que eso es lo potente que estos tres meses de ejecución dejaron; un trabajo que permite entregar buenas prácticas para seguir con los trabajos de restauración y de protección de la ribera del Río Aconcagua», cerró.
Jacqueline León