- El lugar fue creado en conjunto con familias, comercios del sector y el equipo educativo; los materiales serán utilizados en experiencias pedagógicas inspiradas en la metodología Reggio Emilia.-
En una significativa ceremonia, el Jardín Infantil Creciendo en Las Acacias inauguró este miércoles 19 de noviembre su nuevo Espacio de Recuperación, un rincón educativo ubicado en el patio techado del establecimiento y que tiene como objetivo dar una segunda vida a los desechos aportados por distintos vecinos, comercios y talleres del sector.
Según explicó la educadora de párvulos Diana Riquelme, integrante del proyecto, la iniciativa surge luego de un trabajo de aproximadamente seis meses, en el que el jardín estableció alianzas con diversos actores comunitarios, desde modistas y talleres mecánicos, hasta almacenes y la botillería del barrio.
«Fuimos a conversar con ellos, les explicamos nuestro sello y nuestro proyecto, y ellos se comprometieron y reunieron algunos recursos que son sus desechos, donde nosotros aquí les vamos a dar otra oportunidad para que los niños y niñas mediante su creatividad, el descubrimiento y la exploración los vayan incorporando a las experiencias educativas», detalló Riquelme.
El espacio se inspira en la metodología Reggio Emilia y en los centros Remida, originarios de Italia. En ese sentido, la educadora señaló que «con los retazos de tela de distintas texturas y colores se pueden crear experiencias educativas en relación al arte. Esto está basado en esa metodología, porque en Italia existen estos centros Remida, que son instalaciones donde las empresas dejan sus residuos y ellos los transforman a partir de las provocaciones», comentó Riquelme.
Los materiales donados incluyen trozos de tela, conos de hilo, cartón de piedra, bandejas para latas, elementos metálicos previamente limpiados y otros insumos que permiten combinar materiales naturales con objetos reutilizados en escenarios de juego.
Entre las alianzas destacan la imprenta Ampuero, que aporta trozos de cartón; el taller de costura de Verónica Otarola; Confecciones Carmen, representada por Patricia Salinas; la botillería del sector El Polvado, a cargo del vecino Sergio; y un taller mecánico, desde donde se entregan piezas metálicas aptas para exploración. «Esto nos da oportunidades de exploración para hacer trabajos de motricidad fina o disponer material para cada niño», indicó la educadora.
La construcción del espacio fue financiada por el Centro de Padres y ejecutada por el propio equipo educativo, junto a las alianzas comunitarias y las familias. «Esta es una acción del programa de mejoramiento PME, es una acción a cumplir. Entonces, el trabajo es del equipo educativo en alianza con la comunidad y con las familias», explicó.
El mobiliario ya se encuentra instalado en el patio techado, con los materiales clasificados y de libre acceso para los equipos educativos y los niños. «Está el mueble con sus espacios separados, clasificados, ordenados, limpios, con libre acceso al equipo educativo y que los niños y las niñas también lo puedan apreciar», comentó.
Finalmente, la educadora destacó que este es solo el comienzo. «La idea es que sean significativos los recursos que obtengamos con la comunidad y sea paulatino en el tiempo para que no se pierda», concluyó.








