En lo que puede entenderse como una medida completamente justificada y esperable por los malos resultados del equipo, el directorio de Unión San Felipe, en conjunto con el mismo entrenador, determinaron poner fin al ciclo de Jonathan Orellana como conductor técnico del primer equipo albirrojo.
Bajo la conducción de Orellana, el cuadro sanfelipeño tuvo un rendimiento menos que aceptable, al acumular seis derrotas en siete partidos. Todo esto se traduce en un pobrísimo 14% de rendimiento.