- Gracias a la ayuda de una vecina que contaba con generador pudo cargar su equipo de oxígeno. Además, solicita compensación de la empresa Chilquinta.-
Este miércoles exponemos el caso de Sylvia Robles Córdova, una mujer oxígeno dependiente de 49 años de edad, quien debido a las emergencias que produjo el paso del sistema frontal, estuvo más de 80 horas sin suministro eléctrico en su hogar. La situación le produjo varias molestias, ya que debido a su condición tuvo que pedir a una vecina que contaba con generador, cargar la batería de su concentrador de oxígeno.
La afectada nos contó que desde el 2016 postula al registro electrodependiente de Chilquinta. La entidad le facilita un equipamiento de energía continua y estable al que cada cierto tiempo le realizan una mantención.
La duración de la batería de su equipo de oxígeno es de 8 horas, por lo que constantemente tiene que cargarla dado que depende del aparato las 24 horas del día.
Para esta eventualidad, la mujer hizo reclamos y solicitó que la empresa visitara su vivienda para cargar de energía su maleta eléctrica y, de acuerdo a lo que nos indicó, no hubo respuesta por parte de la compañía. «Avisamos que mi máquina casi no tenía carga, al final, no pude esperarlos más porque en realidad no tengo cómo abastecer a mi máquina que se va descargando», señaló Robles.
Asimismo, Sylvia ha tenido otros problemas con Chilquinta, donde a causa de un anterior corte de luz, el cargador original de su concentrador de oxígeno se dañó. «En un corte de luz que hubo, volvió, llegó, volvió y me quemó el cargador original de la máquina, ese cargador sale arriba de un millón de pesos.
«Hice los reclamos, vinieron a verificar, pero como son empresas grandes, ellos nunca pierden, entonces me dijeron que no, que no era culpa de la máquina ni de Chilquinta, sino que era de mi casa porque no había hecho el abastecimiento completo», mencionó la afectada.
Respecto a si la empresa se ha manifestado por ser una cliente electrodependiente, Sylvia dijo que «nada, no tuve respuesta de nada, solamente que tenía que esperar. Incluso con mi marido hicimos reclamos por el tema de los alimentos que perdimos y también; o sea, que hay que esperar, que le saquemos fotos a las cosas, pero igual no se trata de esperar y que saquemos fotos, porque las cosas hay que renovarlas si se perdió todo».
Por todo lo anterior, la afectada exige compensación de Chilquinta por los daños y pérdidas de sus bienes materiales, ya que la compañía debe mantener en buen estado postes de alumbrado y velar por una reposición rápida y eficiente del servicio suspendido.