Mujer denuncia al sistema público de salud:
- Su marido lleva demasiado tiempo esperando ser operado, pese a acentuadas enfermedades que mantiene.-
Mónica Salazar denunció en Diario El Trabajo la carente ayuda por parte del sistema de salud para su marido, Hernán Olivero, de 57 años de edad, quien lleva tres años esperando una operación de cálculos renales y dos años una cirugía en sus ojos.
La mujer nos indicó que su marido también es diabético insulino dependiente, hipertenso y además, padece una depresión severa a causa de la interminable espera por la intervención médica que necesita.
«No ve, está con depresión, quiere morirse, no lo puedo dejar solo», comentó.
La pareja reside en la villa Cordillera de San Felipe y hace un tiempo no han podido pagar el arriendo, luz, agua y gas a causa de las enfermedades que mantiene el hombre.
«Llevamos dos semanas sin comer, mi marido tiene que comer, yo puedo pasar sin comer, pero si él no come, se descompensa», indicó Salazar.
Ambos no reciben pensiones ni ingresos y hace aproximadamente un año y medio el hombre se encuentra con licencia médica debido a su condición. Mónica, su esposa, debe cuidarlo, por lo que no puede salir a trabajar.
«Mi marido en estos momentos está descompensado porque él es diabético, insulino dependiente, mi marido está mal, se quiere matar, por eso yo no puedo trabajar», dijo la mujer.
Las últimas dos licencias que emitieron fueron rechazadas sin recibir el pago correspondiente. Sobre ello, la mujer señaló que «hemos ido a todas partes, a los consultorios, hospitales, a todos lados, ya me cansé, me aburrí del sistema, de todo, y ahora con esto que le rechazaron a mi marido, más todavía».
En la segunda licencia el Compin mandó un psiquiatra y le dio reposo, pero no se la pagaron. De acuerdo al documento de baja médica, el rechazo se debe a un diagnóstico de episodio depresivo grave sin síntomas.
«No puede ver psiquiatra porque uno vale como 60 mil pesos, plata que no tenemos y en el consultorio solo lo ve una médico que es de Salud Mental», mencionó.
En cuanto a su problema en los riñones, su esposa señaló que «ya no hay pastillas para el dolor, no tiene remedio para calmarlo, en un riñón tiene muchos cálculos y en el otro mantiene uno de 5 centímetros.
«Lo vio primero el doctor Donoso del hospital, después hicimos un esfuerzo, pagamos en la clínica Centro Aconcagua, lo vio el doctor Cristian Muñoz y quedamos en las mismas, incluso dijeron que mi esposo era uno de los primeros en operarse por la gravedad del cálculo».
Sobre su visión, «está a punto de perder su visión completa. La ceguera le comenzó porque tenía cataratas por la diabetes, fue operado, le pusieron lentes, un ojo lo tiene perdido, el otro tiene el lente sucio y hasta el día de hoy está esperando, no ve nada», expresó.
El hombre postuló a la pensión de invalidez, sin embargo, se lo rechazaron por no cumplir con los requisitos necesarios. Asimismo, Mónica Salazar señaló que hace un tiempo una asistente social de la Municipalidad les otorgó un vale para gas, pero que hasta el momento no han recibido ningún tipo de ayuda.