Obispo de San Felipe ante ley de aborto legal:
- Autoridad eclesiástica envió un mensaje a promover y defender la vida, criticando anuncio presidencial por ley de aborto legal y ley de eutanasia y cuidados paliativos en Cuenta Pública.-
Este sábado 1 de junio el Presidente de la República, Gabriel Boric, rindió su tercera Cuenta Pública y en ella se abordaron importantes temáticas para el desarrollo del país, en sus distintos ámbitos. Dos de ellas causaron repercusión en la Diócesis de San Felipe, las cuales tienen que ver con el ingreso de un nuevo proyecto de ley de aborto, además de la urgencia que dará a la ley de eutanasia y cuidados paliativos.
En esta línea, fue el propio obispo de San Felipe quien se pronunció ante ambas temáticas, sin encontrar explicación a legislaciones que, en sus palabras, van en contra de la vida. El mandatario prometió durante el segundo semestre y bajo una previa discusión, un nuevo proyecto de ley para el aborto legal, mejorando la aplicación de las tres causales, establecida desde el año 2017.
En cuanto a la eutanasia, el Presidente Boric indicó que se debe una respuesta a quienes sufren de enfermedades incurables y que conllevan una disminución irreversible de sus capacidades. Por su contraparte, desde la diócesis sanfelipeña afirmaron que esto se interpone ante los esfuerzos de los servicios de salud por prolongar la vida, inclusive, ante los avances tecnológicos.
Monseñor Gonzalo Bravo, obispo de la Diócesis de San Felipe, se refirió ante estas temáticas expuestas por el jefe de Estado de nuestro país. «Qué cosa más importante que es la vida, qué cosa más importante protegerla cuando es débil, qué cosa más linda que un Estado se pueda conjugar para defender la debilidad, para estar cerca de los pobres, para destruir la cultura del narcotráfico, para promover estructuras de justicia y de paz.
«No puedo entender que un Estado, en sus legisladores o incluso el Presidente de ese Estado quiera hoy tener aborto libre, que es contra toda la vida, es contra toda la dignidad del ser humano, es contra toda la potencialidad y la esperanza de criaturas pequeñas, vulnerables, pero llenas de gozo de vivir en el vientre de una madre», indicó.
Respecto a una nueva ley de aborto legal, el obispo señaló que «nosotros los cristianos, tantas veces hemos venido aquí a una iglesia a pedir por la vida de una guagüita que está en el vientre de una mamita, para que cuide esa vida, para que la fortalezca. No puedo entender que, en otros lugares, en un congreso posible, se puedan juntar algunas personas para destruir esa vida, para legislar matarla, para legislar la muerte», criticó.
En el caso de la urgencia que pondrá el Presidente ante un proyecto de ley de eutanasia y cuidados paliativos que se encuentra en el Senado, indicó que «análogamente, en el caso de la eutanasia, cuánta gente en los servicios de salud luchan por una muerte digna, por prolongar la vida dignamente, adecuadamente, con la tecnología que hoy nos regala. Tampoco puedo entender que otras personas se junten a buscar elementos para matar esa vida de débil», añadió.
Finalmente, Monseñor Bravo realizó una síntesis de ambas temáticas abordadas en la reciente Cuenta Pública 2024. «Que dura es una sociedad que desprecia lo débil, que no deja nacer la vida, que no respeta la vida, porque en los cuerpos de una madre no hay una vida, son dos vidas y la vida más débil también tiene el derecho de vivir; por el derecho de vivir, por el derecho de crecer, por el derecho de soñar, por el derecho de poder sonreír, por el derecho de crecer en la historia de un país. No al aborto libre, ya hay tres causales suficientes, más que suficientes, que en nuestro país imperan.
«El aborto libre es desconocer los problemas reales de nuestro país, por qué no crecer en el fortalecimiento de la educación de tantos jóvenes que están fuera del sistema educativo, tantas personas que sufren, tantas listas de espera, tanta pasividad en tantas gestiones; la gestión de salud, en la jubilación, tantas cosas que tenemos, legislar para la vida, no legislemos para la muerte. Queremos un país de vivos, no que se busque ni se engendre la muerte, menos legalmente. Decimos no a la muerte, decimos sí a la vida», concluyó.