El pasado jueves 22 de mayo en la mañana, se llevó a cabo una intervención por parte de una ONG que busca prevenir la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en el Valle de Aconcagua.
Joshua Varas Cuevas, director del Programa perteneciente a la ONG ‘Raíces’ Centro de Acogida de Los Andes, informó que actualmente ellos como institución sólo en San Felipe atienden a 10 menores de edad.
Explicó que se trata de una actividad socio comunitaria, con el propósito de dar a conocer que el 18 de mayo se conmemora el Día Nacional Contra la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes.
Admite que es una temática bien sensible a nivel nacional e internacional, «y acá es un programa nuestro, ubicado en Los Andes, que atiende niños menores de edad ubicados en las dos provincias, tanto San Felipe como Los Andes», señala.
En la práctica el programa funciona con usuarios que son derivados del Tribunal de Familia, «en este contexto más de San Felipe que de Los Andes, también del Tribunal de Garantía de Familia de Putaendo, tenemos otros que son de Viña del Mar, Valparaíso, Quillota», agrega.
Cuenta que el programa es de intervención reparatoria, donde uno de los elementos que ellos abordan, propiciando la intervención de esas temáticas, es que los abusos se suspendan; «segundo, que haya una resignificación de la experiencia, porque ante eso no podemos hacer nada, ya se concretó, pero sí los resultados de eso como va impactando», indica.
Sobre el proceso, manifestó que llega una víctima por un delito sexual, ingresa al programa, ellos se contactan tanto con el grupo familiar como con la misma menor de edad, y ahí empiezan los primeros acercamientos de vinculación, diagnóstico, y luego de eso «debería arrojar lo que tendríamos que trabajar con ese grupo familiar. Igual me gustaría acotar ahí que no sólo tiene que ver con ser víctima de abuso, sino que establezca un intercambio entre el victimario y la víctima, eso es súper relevante. Ese intercambio puede ser por cuestiones económicas o elementos materiales, por vinculación, protección también. Entonces el adulto, en este caso el victimario, se provecha de esa situación de vulnerabilidad de la víctima, del menor de edad, principalmente para satisfacer sus deseos sexuales», comenta.
– ¿En el Valle de Aconcagua se ve harta explotación sexual o prostitución de menores?
– Ahí me gustaría acotar que no se trata de prostitución, porque finalmente, aunque esté este elemento transaccional, pero por el hecho de ser menor de edad es víctima… siempre es víctima. Eso reforzarlo bien… bien en claro.
Sobre este punto también agrega que no es tanto lo que ellos visualizan; «el programa nuestro tiene 33 usuarias; o sea tenemos 33 menores ingresadas, pero uno podría decir que es una temática sobre todo en esta zona que se da bien intradomiciliaria, o bien lo ocultan, no como la típica red de explotación sexual de menores de edad. Por lo tanto creemos que hay muchas más víctimas, menores de edad que quizás no saben cómo abrir esta temática para denunciar principalmente, y en ese sentido nosotros hacemos el llamado para que puedan acercarse, concurrir para hacer la intervención que nosotros estamos haciendo, aparecer ahí la información de contacto de nuestro programa, pero está también el hecho de acercarse a las policías (PDI, Carabineros, fiscal, tribunales de familia). Otros dispositivos, no sólo el nuestro, también pueden acercarse a otros programas, dar a conocer o denunciar estas situaciones y poder ocuparse de esa vulneración de derechos».
La intención del programa es que la víctima sea dada de alta, o sea egresada, es decir la reparación se concrete; «o sea, se logre una resignificación de la experiencia y a partir de ahí se va propiciando el tema del egreso», señala.
En la ONG ‘Raíces’ participan una trabajadora social, psicóloga, educadora y además una abogada. En todo caso hay un director como asimismo una secretaria y una auxiliar de aseo.
Al finalizar dice que lo que deben tener presentes las personas, es que desde su ONG, como del Tribunal de Familia y las policías, hay una disposición de intervenir estas situaciones, «por lo tanto uno va reparando las situaciones. Personas en este caso que están dañadas en el ámbito de su vida, por lo tanto las que están siendo víctimas, menores de edad en este caso, tengan presente que existe esa posibilidad del aparataje del Estado. En ese sentido llamar a la población, a la víctima que está leyendo o escuchando todo esto, que pueda acercarse a estos servicios, este sistema, que les va a brindar este proceso reparatorio. Por lo tanto, llamar a la víctima, a la familia, a un cercano, a alguien de los mismos servicios, vecinos, que puedan denunciar estas situaciones».
