Jabier Vergara Moya y Tokyo Aguilar son una pareja de hombres transgénero; es decir, personas cuya identidad de género no corresponde al sexo asignado al nacer. A petición de Diario El Trabajo, accedieron muy amablemente a conversar y contar su historia.
Los encontramos dos veces por la ciudad, la última vez en el Terminal de Buses de San Felipe, y nos comentaron que en algún momento les gustaría tener hijos a través del método de Recepción de Ovocitos de la Pareja (ROPA). Otros temas importantes que desprendieron de la conversación, fueron, por ejemplo, la negación de la familia de Jabier respecto a su orientación sexual y expresión de género. Tokyo por su parte, tuvo que lidiar con la apatía de sus familiares y morbo de la gente.
Acá la entrevista:
– ¿Cuál es tú historia Jabier?
– Yo soy un hombre trans hace ya como cinco, seis años. La primera vez que ‘salí del clóset’ no fue algo genial, porque me echaron de mi casa, entonces actualmente estoy arrendando. Ha sido un poco difícil, pero lo único que puedo decir, que gracias a todas estas vivencias encontré un rumbo a mi vida y en base a las decisiones que tomaron, yo pude tomar el valor y hacerme valer por mí mismo para poder tener un arriendo, una vida mejor, porque por todas esas vivencias terminé en las drogas, por un momento robé, delinquí, pero el verme tan mal a mí mismo y no poder ser yo, quien soy realmente en el bajo mundo, me hizo darme cuenta que esa vida no estaba bien. Para aquel que esté pasando por lo mismo, se puede solamente ser claro de quién eres tú. Si quieres ser hombre, mujer, lesbiana, parte de la comunidad… tú dale nomás, dale tu aporte, vive sin pensar en lo que los demás digan.
Admitió que desde pequeño no estaba de acuerdo con lo que le imponían sus padres «o la sociedad entera. Dije ‘pucha, soy Jabier, me identifico como él y quiero vivir como él, y que la gente me respete como él’. No necesariamente por lo que se vive hoy en día, el machismo o el sexismo, en general solamente decidí que yo iba a ser quien yo quería ser», señaló.
– Por eso aprovechó para entregar información en esta entrevista
– Que amen a sus hijos como son, porque si hay disfuncionalidad en la familia obviamente sus niños van a crecer en la calle, en un ambiente que no está bien, porque lo primero que buscamos nosotros es contención de los padres, a pesar que sean enojones, que trabajen y estén afuera, porque sabemos que lo hacen por nosotros. Pero lo único que pedimos como hijos, es que nos respeten y nos quieran… nos amen.
Al mismo tiempo, conversamos con su pareja Tokyo Aguilar, también chico trans que señaló que «biológicamente tengo un cuerpo de mujer, pero soy hombre».
– ¿Cómo ha sido todo este proceso, doloroso?
– La verdad que ya ‘salí hace muchos años del closet’ y me revelé con mi identidad de género, así es que no he tenido problemas. Lo que si me pasó, es que el morbo de la gente, incluso hasta mis propios familiares, porque no podían empatizar con el dolor ajeno, decían ‘es que tú vas a ser siempre mujer’, pero más allá de lo que es una mujer u hombre, uno tiene que ser lo que uno quiere ser nomás.
– ¿Te sientes bien con tu identidad?
– Sí, sí, obviamente.
– Tú eres hombre, ya no te identificas como mujer
– No, nada que ver.
– ¿Cómo fue el proceso con tus padres, tu mamá lo entendió desde el inicio
– No, no lo supieron al principio. Me juzgaron harto, mi mamá me decía que ‘era maraca’, a veces que era prostituta, por decir ‘weas’ (sic) así (Nota de la redacción: se mantiene textual el relato de Tokyo para reflejar la discriminación vivida).
– ¿Piensan algún día tener hijos, adoptar?
– Sí, incluso con él estamos viendo el método ROPA, que básicamente es como un embarazo, pero intervenido con sus genes y con los míos. Y sí, tenemos en mente tener hijos.
– O sea, ustedes se proyectan a futuro
– (Jabier) Claro, es que nos encontramos en un momento tan difícil. Por ejemplo, yo estaba en una etapa tan difícil, no sabía cómo vivir, cómo sentir y ahora encontré un hogar constituido, una persona que me valora, me respeta y cuando estoy mal está ahí y es viceversa. Eso es lo que buscamos las personas que estamos en la calle, no solamente siendo trans o gay, eso es lo que todo joven que está metido en la calle busca… un hogar, una contención. A veces, porque no lo hay (hogar), se van a lo malo.
– ¿Cómo sienten que reacciona la gente cuando los ven de la mano? ¿Han vivido situaciones de rechazo?
– Sí, en Santiago más que nada, acá (San Felipe) no hemos tenido ningún problema
– (Jabier) Yo sí me he sentido observado. La gente a veces se confunde, me dicen él o se corrigen y me tratan de ‘ella’, entonces las miradas igual se sienten cuando son juzgantes. Pero hay gente que te mira como ¿qué es? y quiere saber… se ha acercado gente a preguntarme.
– ¿Han sentido curiosidad excesiva o actitudes morbosas de parte de la gente?
– Sí (responden a unísono), demasiado.
– Para cerrar y agradecerles su confianza en poder conversar con Diario El Trabajo ¿cómo deben dirigirse a ustedes?
– Hombres (responden ambos).
– ¿Qué más pueden decir a través de Diario El Trabajo?
– Decirles a la comunidad, a la gente, que sean libres y traten de amar a las personas sin prejuicios ni tampoco juzgando. Más que nada agradecer esta oportunidad, porque no siempre se da el espacio de darle esa visibilidad a las personas trans, ya que todavía estamos en resistencia, en esa lucha. Pero siempre preguntar el nombre con educación y si te dicen ‘sabes qué, soy Jabier’, es lo que… es no es otra cosa.
– ¿Son felices?
– Somos muy felices a pesar de la adversidad, que se venga la depresión encima. Lo importante es que nos tengamos…siempre tener a la familia; si no tienes, hacerla, pero con las personas correctas, porque siempre va haber gente que te va a querer ver mal, meterte en las drogas. Y las drogas no las ocupen, ¿para qué?
– Algunos, algunas, van a leer la nota y se van a preguntar ¿’salgo del closet’, cómo le digo a mi familia? ¿Cuál es la recomendación de ustedes? Porque también esa es otra finalidad de la nota
– (Jabier) Claro, más que nada tomar ese valor y pensarlo detenidamente, si estás en una mala situación socioeconómica en este caso, a veces es mejor guardárselo un poco y poder salir adelante uno mismo y de ahí ‘salir del closet’, porque ya no lo soportas y te está haciendo mal para tu salud mental. Sale nomás, qué importa lo que diga el resto, tu familia te tiene que amar como eres, no por lo que ven, y siempre se va a encontrar una familia en la gente de la comunidad (LGBTQ+), de alguna forma u otra siempre somos unidos. Igual tenerle paciencia a los padres, porque ellos a veces lo asimilan como un duelo… igual perder una hija y ver a un hijo, pero puede ser un nuevo comienzo para nuevas relaciones. Si tu padre o madre no te quieren, puedes darle esa oportunidad para que tengan una relación estable y así en el tiempo no perderse, porque vemos a abuelitos, abuelitas abandonadas y netamente porque la familia se destruyó.
¿QUÉ ES EL MÉTODO ROPA?
El método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja) es un tratamiento pensado inicialmente para parejas compuestas por dos personas asignadas mujeres al nacer, en las que ambas quieran participar activamente del tratamiento de reproducción asistida.
¿EN QUÉ CONSISTE?
Esta técnica consiste en la fertilización de los ovocitos de una de las mujeres con espermatozoides obtenidos de un banco de semen, a través de la técnica FIV- ICSI. Una vez obtenidos los embriones, serán transferidos al útero de la otra mujer. De esta manera se logra lo que llamamos ‘maternidad compartida’.
El método ROPA, junto a la inseminación artificial y la fecundación in vitro con semen de donante, es una de las opciones que tienen las parejas igualitarias para cumplir su sueño de ser madres y formar una familia.
Fuente: Sanatorio Alemán de Concepción.
El Censo 2024, también reveló que 4.702 personas se identifican con géneros diversos distintos; hombre trans, mujer trans o no binario. En total, más de 45 mil personas se declararon trans en el Censo, según el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
