- Se instalaba en calle Coimas, frente al Servicio de Salud Aconcagua, para pedir cooperación.-
Este día jueves 29 de agosto murió Raúl Figueroa, conocido como ‘Luli’, quien se instalaba todos los días en calle Coimas, frente al pasaje Juana Ross, a solicitar la cooperación de las personas, especialmente automovilistas que le entregaban sus aportes.
Precisamente de su muerte conversamos con su hermana Bernarda Figueroa, quien contó que a su hermano la semana pasada le dio una neumonía; «los medicamentos no le hicieron efecto porque ya son 25 años en diálisis, y él empeoró de a poquito. Lo llevé a urgencias el martes, ya no reaccionaba, no hacía nada, me lo mandaron a diálisis porque justo el martes le correspondía, allá el doctor lo vio y lo mandó de vuelta. El sábado de la semana pasada fue su última diálisis, después de 25 años y el día de ayer (jueves9) falleció a las cinco y media de la tarde», cuenta.
– ¿Cómo fueron esos últimos momentos?
– Para mí como su hermana, que desde cuando falleció mi mamá, cumplió 7 meses recién, me hice cargo de mi hermano que quedó postrado y de mi papá que tiene 83 años. Desde que enfermó, las noches eran largas, terribles, no podría explicarle el dolor tan grande que siento. Pero a la vez estoy contenta porque él está descansando de tanto sufrimiento; igual para él, estar esclavizado a una máquina. Ahora, lo hablábamos con las niñas, tiene que estar muy feliz porque está con su vieja que es mí mamita, ellos se amaban los dos.
– ¿Cuál es el recuerdo que debiera tener la gente? Porque lo veíamos a diario en calle Coimas frente al pasaje Juana Ross.
– El recuerdo de él tiene que ser que no fue una persona mala, que sí podía cuidar, cuidaba, y que fue buena persona.
– ¿El ‘Luli’ nunca se casó?
– Nooo, bueno yo tengo a mi hijo Benjamín, y para él, era su hijo hasta el último lo llamó.
– ¿Tuvo una muerte tranquila? ¿Murió en la casa?
– Sí, es que el doctor, cuando lo llevé el día martes a urgencias, me dijo que estaba muy mal y grave. Me dijo «yo le puedo conseguir una cama acá en el hospital y dejarlo, pero no le van a hacer nada», le respondí que me lo llevaba porque la última vez mi hermano estuvo acá (hospital), me dijo con estas palabras: «hermana, yo me pongo mal, yo no me quiero morir en el hospital solo como un perro, yo quiero estar en mi casa». Por eso le dije al doctor y me respondió «muy buena decisión, se lo mando para su casa», así es que lo tuve en mi casita, lo cuidé hasta el último.
– Una reflexión final, como hermana, de su vida con su hermano.
– Fue bonito y triste a la vez. Yo pensaba que él me iba a durar un poco más, pero estoy tranquila por lo mismo, porque está descansando, fue muy difícil para él.
– Se va a extrañar no verlo ahí en Coimas.
– Lo van a extrañar en todos lados, porque hasta los niños del SAMU, del Hospital San Camilo, le agarraron un cariño enorme a él, y a ellos les agradecí mucho, igual al doctor que me lo hospitalizó en la casa por su neumonía y con las enfermeras, el kinesiólogo, muy agradecida de ellos, del Consultorio Cajales, también de su enfermero de cabecera, muy agradecida de todos ellos, se portaron un 7 con mi hermano.
Decir que los funerales fueron este día sábado, pasando incluso en Calle Coimas donde se colocaba a diario, pusieron globos negros y blancos en señal de recordatorio. Sus restos fueron llevados al Parque El Almendral.