- El arcaico sistema de construcción es una alternativa favorable para un desarrollo sustentable.-
Con el fin de rescatar antiguos oficios que se realizaban comúnmente en el Valle del Aconcagua, la Fundación Quinzha, Arquitectura, Educación y Patrimonio de San Felipe, se encuentra desempeñando la recuperación de labores ejercidas por maestros que realizan trabajos con la tierra.
El pasado jueves 17 de octubre finalizaron la reestructuración y construcción de un deteriorado muro de tapias con más de 70 años, ubicado en la avenida Miraflores.
El maestro sanestebino a cargo de la obra, Onofre Cuevas, nos contó detalles de lo que efectuó. «Esta tapiada yo la restauré y la levanté un poco más; quería 60 centímetros la señora y arreglar las tejas, ahora la estamos embarrando porque ya estamos en la final; para esto se usa principalmente tierra, paja, guano y de ahí viene las ganas de trabajar, un elemento que va de la mano con todo. Esto tiene un buen cimiento de piedra, barro y paja y eso va apisonado. Entonces después, una vez que ya esté listo, se seca y ahí uno instala el tablero y hace la tapia».
Onofre es un experto en el antiguo oficio, ya que lo practica desde hace más de 50 años. Sobre ello, el maestro señaló que «es muy bonito, ojalá nunca se terminara, ojalá cada día fueran naciendo más, que haya más gente joven que quiera aprender, es muy bonito este trabajo».
Por su parte, Daniela Molina, presidenta de la Fundación Quinzha, se refirió al aporte ecológico que deja la elaboración de estos tipos de construcción. «Son muy importantes porque, si bien como dices tú son antiguos, nosotros ahora estamos ocupando materiales naturales, entonces hoy en día la construcción, la contaminación que se genera está llevando a la arquitectura y a la construcción hacia otra mirada, y estos materiales están en todos los lados, en todos los lugares tú puedes sacar tierra, buscar paja y puedes construir tú mismo; son más sustentables, para ir hacia un desarrollo sustentable, entonces miramos el pasado, pero mirando hacia el futuro, eso es lo que pretendemos».
Finalmente, Molina destacó la buena voluntad de Onofre Cuevas y otros maestros que están dispuestos a enseñar estos antiguos oficios. «Los maestros son los que saben, ellos son muy generosos, todo este trabajo lo ha hecho él, nosotros estamos aprendiendo, desde que yo lo conocí ha tenido la disponibilidad y las ganas, es súper motivado, tiene pasión; nosotros tenemos la fortuna acá en el Valle del Aconcagua de encontrar maestros que todavía están en pie de guerra y dispuestos a enseñar», cerró.