- Los estudiantes de la Federico Santa María compitieron a finales de febrero y comienzo de este mes de marzo en el ‘Cube Design’, evento en el que fueron el único equipo chileno.-
En diciembre pasado dimos a conocer la historia de la sanfelipeña Paula Navia Cortés, estudiante de sexto año de la carrera Ingeniería Civil Mecánica de la Universidad Técnico Federico Santa María, campus Santiago, quien lideraba el ‘USM Cubesat Team’ en la creación de un nanosatélite, el cual tenía como misión detectar rayos eléctricos en la competencia ‘Cube Design’ en Sao Paulo, Brasil.
Los estudiantes y la sanfelipeña Paula dejaron en alto el nombre de nuestro país, al obtener el primer lugar de una competencia en la que se enfrentaron solo a ‘teams’ brasileños. El concurso aeroespacial del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) se desarrolló el 28 y 29 de febrero, y el 1 de marzo.
La difícil tarea comenzó en 2019 con las primeras investigaciones del grupo capitaneado por la sanfelipeña, y luego de una pandemia, simulaciones, ensayos de prueba y error, comenzaron a montar este cubo nanosatélite de 10 x 10 centímetros durante el mes de diciembre. Ahora, Navia cuenta que, siendo sus últimos años universitarios, ya cumplió un ciclo en el equipo y espera poder motivar a futuras generaciones sobre este tipo de ejercicios.
Según contó a Diario El Trabajo, «el desafío de la competencia de este año era detectar rayos eléctricos, entonces nuestro cubesat estaba todo programado para esas pruebas, siendo programado por la cámara para que detectara cuántos rayos iba a haber, el tamaño, cuál era el más grande. Esa era la misión de nuestro satélite.
«En realidad, partimos en el 2019 haciendo investigación, después se nos vino pandemia y en verdad no pudimos juntarnos, así que empezamos a hacer pura investigación, íbamos a cursos online, hacíamos simulaciones y en concreto, partimos como el 2022 haciendo el prototipo, probando con prueba y error. Si me preguntas cuánto nos demoramos en montar el cubo para satélite y para el concurso, fueron montar, así como montar, ya teníamos todo listo para armar, fue desde diciembre hasta febrero, tres meses», indicó.
También la estudiante sanfelipeña entregó detalles de algunas de las pruebas que tuvo que superar el nanosatélite. «Las pruebas fueron estabilización, que los cubos tienen una rueda de reacción, que es una rueda que va girando, pero nosotros tenemos que decirle al cubo que, si está dándose muchas vueltas, se tiene que quedar quieto, porque la prueba era así. Se dejaba nuestro cubo colgando, dándose vueltas y nosotros tenemos que mandar un comando para que se quedara quieto, entonces, ahí se quedaba quieto.
«Después con el mismo montaje nos tenía que apuntar a un ángulo, entonces, la primera prueba fue la estabilización, entonces, el cubo se quedaba quieto cuando veía luz; el cubo giraba, veía luz y se quedaba quieto. Esa fue la prueba que pasamos así muy bien. Competimos el 28, 29; nos fuimos a Brasil el martes, competimos miércoles, jueves y viernes de la semana pasada», contó Navia.
«Fue súper duro, porque llegamos el primer día y para la prueba de estabilización nos pedían comunicarnos y perdimos la comunicación con el satélite el primer día y ahí nosotros estamos como ‘qué hacemos’; abrí el cubo, lo que significa abrir todo y tenemos muchos cables, mi equipo todo vuelto loco, el primer día fue de mucho estrés. Empezamos a descartar; puede ser el router, puede ser que en el instituto en el que estamos había mucha interferencia y al final la última opción fue abrir el cubesat y claro, se había desconectado el cable que es como el cerebro. El equipo que mejor resolvía sus problemas era el equipo que iba sumando más puntos; o sea, ahí lo resolvimos súper rápido y ahí volvimos a tener comunicación, y pudimos resolver las otras pruebas», precisó.
Finalmente, la aconcagüina señaló que su ciclo en el equipo de su universidad ya está cumplido, sus proyecciones en el extranjero y la misión de que las mujeres tengan más conocimiento de estas áreas y carreras. «Yo no sé qué va a pasar con mi futuro en el equipo, porque ya cumplí mi ciclo, cumplí mi objetivo, que cuando entre al equipo era crear el Cubesat e ir al concurso, entonces, para mí ya estoy lista. Creo que ya me gradué del equipo y también mi rol de capitana, entonces ya le tengo que dar el mando a otra persona y con mi futuro universitario, siempre estuvo en mi meta hacer un máster, pero en Toulouse, en el área aeronáutica. Empezar a motivar a las futuras estudiantes y a las futuras mujeres que quieran empezar a estudiar en la universidad cosas relacionadas con la ingeniería, por ejemplo, antes de ir tuvimos que dar una charla a las futuras mechonas de la universidad y todas como ‘guau’ del área más como empoderamiento femenino.
«Entonces, eso quiero lograr, como que las mujeres, que las niñas de básica ya tengan un conocimiento, ya le pierdan el miedo a estudiar carreras del área ingenieril. Cuando yo iba en el colegio me daba mucho miedo estudiar algo de ingeniería por la cantidad de hombres, pero fue matar ese tabú de que las carreras de ingeniería son para puros hombres y que las mujeres sí pueden, y que sigan sus sueños», cerró.