- Demandan mejoras económicas y en las condiciones laborales.-
Personal del Liceo Parroquial Teresita de Los Andes de la comuna de Rinconada comenzó una huelga legal demandando una serie de mejoras económicas, como asimismo, en las condiciones labores del establecimiento.
Carlos Alarcón, presidente del sindicato del Liceo Parroquial Teresita de Los Andes, señaló que «comenzamos nuestra huelga legal, cabe destacar que nos encontramos en este proceso desde diciembre, teniendo una negativa por parte de nuestro empleador de negociar, e incluso, de querer disolvernos en distintas instancias. Desde ese punto él no ha querido acercarse a nosotros, no ha querido responder a nuestro petitorio».
En este contexto, el dirigente comentó que «en el último tramo de nuestra negociación en una mediación obligatoria, nos pudimos acercar las partes a un posible acuerdo en las condiciones económicas, pero cuando tratamos de mejorar condiciones de trabajo, se negaron rotundamente».
Respecto de las demandas planteadas en su petitorio, Alarcón detalló que «nosotros bajamos, siendo solidarios, casi el 90% de nuestro petitorio, pero aún así ellos se han comportado de la misma manera con nosotros; hoy día, nosotros queremos mejorar nuestras condiciones básicas, no tenemos derechos a enfermarnos, no tenemos derecho al pago de las licencias médicas, nos descuentan días si nos enfermamos.
«No tenemos un comedor digno para almorzar, en invierno se nos llueve, en verano nos mojan el suelo para soportar el calor; trabajamos en una sala de profesores donde constantemente hay roedores, no se genera una sanitización correspondiente; tenemos que hacer filas para ir al baño; hacemos clases con más de 40 alumnos por sala, las salas no tienen ventilación, y no han sido capaces de solucionar estas necesidades», agregó.
Asimismo, desde el sindicato del establecimiento pidieron aclarar la deuda que mantiene éste con el Obispado, el cual, según indican, se ha argumentado para no responder a sus demandas.
«Nosotros somos un colegio de Iglesia, donde la dignidad debe estar por delante. En la actualidad, el colegio debe 266 millones al Obispado, nosotros no cuestionamos esa deuda, pero no hay claridad, no se sabe cómo llegó esta administración despidiendo a diestra y siniestra cuando el colegio no tenía las condiciones económicas para poder hacerlo, y hoy se coarta la capacidad de inversión por esta deuda que tenemos con el Obispado», sostuvo.
Finalmente, Héctor Alarcón dijo que «nosotros en la última reunión que hemos tenido con el empleador, nos han dicho que el colegio no tiene dinero para negociar, no se pueden entregar bonificaciones. Nos parece extraño, el colegio hace años invertía en los niños, en salidas pedagógicas; hoy, toda la inversión se encuentra en mantención, según los papeles, pero no hay un trabajo de calidad y el desmedro se genera hacia los niños, los principales afectados que son los estudiantes».