- Raúl Delgado ratifica el fin de su ciclo al mando del Uní Uní.-
Unión San Felipe entró a la cancha del Estadio ‘Ester Roa’ sabiendo perfectamente que ya no tenía problemas con el descenso. Durante las primeras horas del viernes último, el TAS había hecho público que había rechazado en su totalidad el recurso de Santiago Morning para que se les restituyeran los nueve puntos que, finalmente, lo sumergieron en la última posición de la tabla.
Quizás por lo mismo es que ante Deportes Concepción, se observó a un Uní Uní muy lejos de lo que había mostrado una semana atrás, precisamente contra los bohemios, en el que fue el partido que significó la salvación definitiva de no caer a la Segunda División.
Con pocas cuotas de fútbol y actitud, el duelo contra el conjunto penquista desde el inicio se tornó unilateral en cuanto al control, por más que la posesión haya sido compartida. Sabido es que una cosa es tener la pelota, y otra muy distinta es qué ganancia se obtiene al poseerla, y fue precisamente en ese ítem donde Concepción hizo diferencias al generar siempre las mejores oportunidades de riesgo.
Ciento veinte segundos tardaron los sureños en resolver el problema que les planteó San Felipe. En una jugada casi intrascendente, pero que pareció un resumen de todas las debilidades defensivas unionistas de este 2025. La zaga marcó mal y tampoco tuvo la viveza para despejar una pelota que el trasandino Ángel Gillard capturó para meter un remate que significó la apertura de la cuenta. Peor imposible empezar un duelo así.
Los de Palladino intentaron ir hacia adelante, cosa que dependía de los volantes Pablo Rodríguez y Bryan González, quienes eran, a la postre, los que marcaban los tiempos y el ritmo. Por los costados Sergio Vergara y Bairo Riveros, sin mayor éxito intentaron ganar en el uno contra uno o filtrar algún balón hacia Diego Cuellar.
Con un Concepción más activo y un Uní Uní más reactivo, el primer tiempo no dio mayores emociones, por lo que a ratos parecía una ‘cueca lunar’ que invitaba al bostezo a los más de cinco mil espectadores que llegaron hasta el recinto de la Avenida Collao.
En la segunda etapa, los aconcagüinos se mostraron más activos logrando con ello estar más cerca del arco custodiado por Nicolás Araya, quien en el 63’ vio caer su valla cuando Sergio Vergara logró emparejar el marcador tras capturar el rebote del penal que el mismo había errado.
Cuando todos los parámetros del juego indicaban que el match concluiría con una igualdad, Carlos Escobar salió desde el banco de suplentes para a los 85’ clavar una estocada que significó el 2 a 1 definitivo con el cual Unión San Felipe terminó un torneo mediocre, que no terminó con un descenso a la serie de bronce del fútbol nacional solo gracias a las faltas reglamentarias de uno de sus oponentes (Santiago Morning), lo que claramente es un llamado de atención para corregir cosas, a raíz que este es el segundo año consecutivo que la división se salva casi por secretaría.
FIN DEL CICLO DE RAÚL DELGADO AL MANDO DEL UNÍ UNÍ
Inmediatamente se produjo la bajada de telón para los albirrojos, el dueño del club, Raúl Delgado, realizó una potente autocritica señalando: «Solo satisfacción por mantener la categoría; de casualidad, por segundo año consecutivo.
«Los errores ya son habituales, el disgusto y sufrimiento de nuestros hinchas es doloroso, no puede repetirse. Es el momento de dar el paso al costado por el bien de la institución».




