
En la capital de la región de la Araucanía, la tarde del sábado último se consumó la segunda derrota en línea de Unión San Felipe en el actual torneo de la Primera B, certamen en el cual los aconcagüinos suman apenas un positivo de nueve posibles.
La caída por 2 goles a 1 ante Deportes Temuco tiene su explicación en que una vez más los dirigidos por el profesor Ítalo Pinochet recurrieron al pragmático, pero al mismo tiempo peligroso, expediente de replegarse en la espera del rival. Esa estrategia solo puede dar dividendos en la medida que haya mucha precisión en los movimientos, no quedando espacios para los hierros defensivos, y claro, saber aprovechar las contadas ocasiones de gol que se puedan generar.
Desde lo estético Unión San Felipe no se hizo mayores problemas en verse claramente dominado por los sureños, que pese a tener el control y ritmo del juego no se mostraban muy peligrosos cuando estaban cerca del arco custodiado por Paulo Garcés.
Hasta los 40 minutos del primer lapso, no sin algunos problemas en la conexión de sus líneas y mostrando de vez en vez ripios en la salida, los sanfelipeños habían sacado adelante la tarea; sin embargo, cuando se invita al oponente a trabajar cerca de la zona de riesgo propia, cualquier duda se paga caro.
A los 41 minutos, sacando provecho de una desinteligencia defensiva, el joven Bastián Escobar batió por vez primera a Garcés. Minutos antes de esa acción el juez Jona, de discreto cometido, le había perdonado la vida al temuquense Jaime luego que este le metiera un feo planchazo a un jugador de los sanfelipeños.
De retorno del descanso de medio tiempo, el Uní Uní intentó adelantar un poco sus líneas, pero en todo momento encontró obstáculos a la hora de la elaboración, lo que dejaba todos los embates ofensivos a enfrentamientos individuales de sus delanteros con los defensores rivales. En esa dinámica casi siempre terminaron naufragando, aunque en algunas ocasiones Vicente Álvarez y Diego González lograron salir airosos, pero en acciones que finalmente no cuajaron en goles.
Con un Temuco que sin muchas claridades intentaba alargar las cifras, y un San Felipe agazapado, el reloj fue avanzando. Promediando el segundo lapso la historia pudo haberse escrito de otra manera si es que el árbitro se hubiera atrevido a sancionar un claro penal en contra de los locales.
Entrando en la recta final del pleito, Pinochet se atrevió con los cambios, entregando responsabilidades a Juan Córdova, Martin Cárcamo y los canteranos Rodríguez y Mella. Estos les dieron otro impulso ofensivo, y precisamente cuando se mostraban ganas de ir al frente, Roberto Riveros clavó la segunda estocada en el corazón de los albirrojos. Eso fue en el minuto 87.
El 2 a 0 dejaba en claro que la victoria seria del equipo ‘Pije’, pero en el quinto minuto de adición (95’) Juan Córdova mandó un claro mensaje respecto a que este equipo no puede darse el lujo de tenerlo en el banco de suplentes, al poner el descuento que instaló el definitivo 2 a 1 con que se le bajó el telón al duelo.
Ahora los sanfelipeños, recién iniciado el torneo ya van cuesta arriba, y la única manera de empezar a espantar los fantasmas del pasado reciente, es ganar en la próxima fecha a Deportes Copiapó.
