- Ocho mujeres y 15 niños mostraron el trabajo realizado entre junio y noviembre, en una jornada que celebró la narración, el juego y la creación colectiva.-
Una jornada marcada por la emoción, el arte y el trabajo colectivo se vivió el sábado 29 de noviembre en la Biblioteca Pública de San Felipe, en el cierre de dos iniciativas impulsadas por Emotivarte Chile: la Escuela de Cuentacuentos Voces Encantadas y el Club de Niños.
Ambos proyectos, desarrollados entre junio y noviembre, culminaron con presentaciones abiertas a la comunidad que pusieron en valor la creatividad, el juego, la expresión auténtica y el acompañamiento familiar.
Ocho mujeres fueron parte de la muestra final de Voces Encantadas, instancia donde presentaron los frutos de un proceso creativo que incluyó exploración de la voz, narración oral, expresión corporal, canto y diversas dinámicas artísticas. Cada una desarrolló un cuento propio y trabajó su presencia escénica para compartir una creación íntima, conectada directamente con sus propósitos personales y sus historias.
El público pudo ver una propuesta colectiva basada en la disciplina artística, el respeto mutuo y la diversidad de miradas. Según lo transmitido durante la actividad, se trató de un proceso donde florecieron voces muy distintas entre sí, pero que coincidieron en el deseo de comunicar desde el corazón.
Uno de los momentos más comentados fue ‘Las Salitas Misteriosas’, un espacio guiado por Vanessa Francesconi y Claudia González. Allí, los asistentes fueron invitados a vivir una experiencia íntima, recibiendo un mensaje poético al oído, recordando la magia de escuchar de cerca, la importancia de detenerse y el valor de sentir a través del arte.
Por su parte, ese mismo día, el Club de Niños, también impulsado por Emotivarte, presentó una exposición con los títeres y máscaras creadas por los 15 niños y niñas que participaron durante el proyecto. La muestra reunió meses de exploración artística y juegos que favorecieron la autonomía, la convivencia respetuosa y la creatividad infantil.
Las familias acompañaron activamente esta presentación, donde se destacó que el Club de Niños es un espacio pensado para que los más pequeños puedan expresarse libremente, trabajar en conjunto y reencontrarse con el juego como forma de comunicación emocional.
Las edades no fueron un obstáculo: niños y niñas de distintos niveles trabajaron en conjunto, se escucharon, compartieron y aprendieron a respetar los ritmos y deseos propios y ajenos.
La exposición permitió apreciar la evolución de cada participante y la manera en que el trabajo artístico se convirtió en una oportunidad para fortalecer vínculos familiares y comunitarios.
Aunque dirigidos a públicos diferentes, Voces Encantadas y el Club de Niños forman parte de un mismo enfoque territorial de Emotivarte Chile: el arte como puente para el desarrollo emocional, la creatividad, la expresión y la comunidad. Ambos procesos se retroalimentan y enriquecen mutuamente, pues comparten una metodología basada en el respeto, el acompañamiento y la libertad creativa.
Para Nina Legrand, directora de Emotivarte, este cierre significó un importante hito para la comunidad involucrada. «Un regalo lleno de aprendizaje y emoción; acompañar estos procesos es ver cómo el arte transforma, despierta y une a las personas», expresó.
Ambas iniciativas fueron posibles gracias al apoyo de la Biblioteca Pública de San Felipe, especialmente de su encargada Karina Henríquez, y de la asistente Victoria, quienes acogieron cada jornada con cariño, disposición y acompañamiento. Su colaboración permitió que los niños, las familias y las creadoras contaran con un espacio seguro, cálido y propicio para la expresión artística.
Desde Emotivarte también agradecieron a las familias de los menores integrantes del Club de Niños y a la comunidad presente durante la jornada, destacando que el acompañamiento cercano y respetuoso de los adultos fue fundamental para que estos procesos florecieran tanto en lo creativo como en lo emocional.
