Con el timo del yogurt, seis ladrones roban 300.000 pesos a sacerdote

Pedro Vera Imbarack, Cura de la parroquia de Catapilco de Zapallar.

Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl

En esta ‘guerra’ nacional en materia de seguridad ciudadana, pareciera que la batalla está siendo ganada por el hampa inmisericorde si tomamos como referencia puntual, el más reciente episodio de esta ‘película de horror’ que fue protagonizada por un grupo de organizados antisociales que esta vez dieron seguimiento y cacería a un clérigo de la Diócesis de San Felipe.

Se trata de Pedro Vera Imbarack, párroco de la parroquia de Catapilco de Zapallar, comunidad en la que habitan unos 600 habitantes. Según lo relatado por el religioso, todo el dinero en efectivo que él recibe como pago de sus servicios a la Iglesia Católica, le fueron arrebatados en un abrir y cerrar de ojos a plena luz del día y a sólo 50 metros de un carabinero. Según Vera, él ya interpuso la correspondiente demanda ante Carabineros. Diario El Trabajo habló con el párroco aconcagüino.

– ¿Qué es lo que le ocurrió?

– “Lo que me pasó, es que fui víctima de un ‘montaje’ muy bien planificado por quienes me robaron, estoy seguro de que lo hicieron personas de mi comunidad, pero con apoyo local de San Felipe”.

– ¿Cuántas personas supone usted que participaron en este delito?

– “En este hecho delictivo participaron unas seis personas, una de ellas me vigilaba en el Banco, otra me interceptó al salir del mismo y así, todo un meticuloso operativo para despojarme de mi salario”.

– ¿Cómo se desarrolló este ‘montaje’ para robarle?

– “Cuando salí del Banco, una persona me interceptó, me saludó y habló de lugares y situaciones de la comuna de Catapilco, dándome a entender que él conoce el lugar y que, por lo tanto, podría ser uno de mis feligreses”.

– ¿Cómo logran ellos acercarse tanto a su persona?

– “Cuando yo venía ya por la Plaza de Armas, noté que a unos 50 metros de mí estaba la camioneta de Carabineros y dos ‘lava-autos’ estaban entreteniendo al oficial uniformado. Caminé unos pasos más y sentí cómo alguien me lanzó alguna clase de líquido o yogurt en mi espalda, me mojó también parte de mi cuello y parte trasera de mi cabeza”.

– ¿Entonces le distrajeron?

– “Instantáneamente apareció una mujer, me ofreció una toalla desechable para que me limpiara, mientras me incliné para limpiar mi rostro, uno de los actores metió su mano en mis ropas, sin que pudiera yo abrir mis ojos porque me estaba limpiando, me dispuse luego a conductor, en ese momento no sabía lo que me había pasado, no me di cuenta del robo porque estaba tan empapado, que sólo pensé en secarme la ropa”.

– ¿Fue suerte para los ladrones o ya sabían en qué bolsillo guardaba usted el dinero?

– “El tipo que me robó, sabía exactamente en cuál de mis bolsillos tenía yo mi dinero, a mi lo que me preocupa, es el saber que estas personas están libres haciendo esta clase de ‘trabajos’ en perjuicio de todos nosotros”.

– ¿Cómo se ha sentido al respecto?

– “Yo me sentí muy apaleado, muy dañado, tanto así que no pude reaccionar hasta varios días después y comprender lo que me pasó, nunca supe de una falta de respeto en la vía pública a este nivel, mi temor es que esto le pase a otras personas lo mismo”.

– ¿Perdona usted a estos delincuentes?

– “Los perdono de todo corazón, esta clase de actos los perjudica directamente a ellos, no tengo ningún rencor y oro para que ellos logren encontrar la Luz de Dios, los perdono de todo corazón”.

En Diario El Trabajo hacemos un llamado general a la población sanfelipeña, a estar alerta y a no permitir que extraños invadan su ‘espacio vital’ con cualquier pretexto, pues como en este caso, nuestro medio tiene información de que sólo este sacerdote ha denunciado, mientras que a decenas de personas ya les han hecho esta clase de robos.