Guadualupe del Rosario Vásquez Ascencio, fue condenada a 10 años de presidio mayor en su grado medio por el delito de abuso sexual reiterado contra su hijastro.

Guadualupe del Rosario Vásquez Ascencio, fue condenada a 10 años de presidio mayor en su grado medio por el delito de abuso sexual reiterado contra su hijastro.

  • La condenada no lo alimentaba y en algunos momentos el niño debió comer pasto para poder sobrevivir.

LOS ANDES.- A 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio por el delito de abuso sexual reiterado de menor de edad fue condenada Guadualupe del Rosario Vásquez Ascencio (53), quien durante dos años sometió a horrendos ultrajes y vejaciones a su hijastro, quien al momento de los hechos tenía 11 años de edad.
El Tribunal Oral en lo penal de Los Andes integrado por los magistrados Alessandra Tubino Tassara, Pamela Peralta Ferrugia y Nelson Fernández Contreras, consideró acreditados los hechos y la participación directa de la mujer en este delito, el que se vio agravado por el hecho de tener a su cuidado al menor, así como también de sus dos hermanas que sufrieron maltrato sicológico y verbal.
Los hechos de la acusación establecen que en días indeterminados del período comprendido entre julio de 2011 y noviembre del año 2012, en horas de la mañana, al interior del domicilio ubicado en paradero 22 de Calle Larga, la mujer procedió de manera reiterada a obligar al hijo menor de su conviviente a mantener relaciones sexuales con ella.
Para lograr su cometido, la imputada, aprovechando los instantes en que la víctima quedaba a cargo de ella, procedió a exigirle que le metiera su lengua en la vagina, lamiera y tocara sus senos. Asimismo, y con la finalidad de provocar erección en el pene del menor procedía con sus manos a masturbarlo, y una vez conseguida la erección, lo obligaba a introducir su pene en la vagina. Una vez consumada las conductas la imputada le decía al menor que no debía contar lo que hacían porque de lo contrario lo mataría.

AÑOS DE ABUSO
Sobre esta condena, el Fiscal especialista en delitos sexuales, Alberto Gertosio Páez, comentó que no solamente la mujer cometió estos abusos sexuales, “sino que una serie de vejaciones y maltratos hacia el menor y sus otras dos hermanas”.
“Los tres menores hablan de que les metía absolutamente toda la comida, les daban golpes, insultos. La hermana mayor cuenta que vecinos le daban ropa para que pudieran vestirse y respecto del menor afectado, le privaba la comida, el niño relata que tenía que buscar dentro de los basureros, tuvo que comer pasto para sobrevivir”, relató.
Agregó que hay un evento que mencionó, tanto el niño como su hermana, en cuanto a que la mujer le tenía prohibido el ingreso al baño de la casa, “entonces el menor debía orinar en un tacho y un día lo obligó a tomarse su propia orina, además de golpearlo”.
El persecutor ratificó que la condenada bañaba al niño con cloro, “y de tanto refregarle el pene, el menor relata que hasta el día de hoy tiene una herida que nunca recibió atención médica, por lo tanto estuvo con una herida genital por mucho tiempo, entonces esto da una connotación mucho más gravosa a los hechos y que fue lo que tomó en cuenta el tribunal”.
El fiscal señaló que este caso pudo ser conocido luego que su hermana mayor, que en ese entonces tenía 15 años, abandonó el hogar y es encontrada con un familiar vendiendo alfajores en la calle en Santiago.
“Esta familiar le cuenta a la abuela materna de lo que estaba pasando y se hace cargo de ella y es en ese contexto que esta adolescente revela a la abuela los maltratos de que sufrían sus hermanos y el año 2012 viene a Los Andes e interpone una demanda por protección en favor de los menores y el Tribunal le da el cuidado de ellos”, detalló.
Mencionó que luego la abuela se lleva a los menores hasta la ciudad de Santiago en donde residía y en ese lugar el menor víctima comienza a tener conductas disociadas en el colegio, “lo derivan al sicólogo que indaga esta situación y le revela los abusos sexuales de que estaba siendo objeto”.
Inicialmente el caso fue visto por un tribunal familia en la región Metropolitana y luego remitidos de manera urgente a la fiscalía de Los Andes que instruye una investigación penal y finalmente el año pasado la mujer es formalizada y queda en prisión preventiva.
Respecto a la situación del padre, Gertosio afirmó que éste declaró que nunca vio nada, que trabajaba todo el día como guardia, “por lo tanto él no sabe nada y la verdad es que tuvo durante el juicio una actitud bastante reticente para creer los hechos y declarar”.
En relación a los abusos y los maltratos, como fueron cometidos en entre los años 2011 y 2012, no quedando registro médico de ellos, no se pudo acusar también a la mujer de su autoría.
El fiscal precisó también que este caso no se pudo tipificar como ‘violación’ debido a que la legislación chilena establece ese delito como acceso carnal, el cual solo puede ser acometido por hombres y no por mujeres.
Sin embargo, remarcó que si estos hechos hubiesen sido cometidos en otro país, el caso se hubiese tratado de violación, “por lo que hoy día en Chile no existe violación de una mujer hacia un hombre”.

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La condenada no lo alimentaba y en algunos momentos el niño debió comer pasto para poder sobrevivir. LOS ANDES.- A 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio por el delito de abuso sexual reiterado de menor de edad fue condenada Guadualupe del Rosario Vásquez Ascencio...