El miserable depravado deberá pasar al menos 15 años en prisión.

El miserable depravado deberá pasar al menos 15 años en prisión.

  • Tribunal lo absolvió del delito de exhibición de material pornográfico

LOS ANDES.- A 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo fue condenado el minero Iván Núñez Osorio (55) como autor del delito de violación reiterada en contra de su propia hija cuando tenía 12 años de edad.

La sentencia fue dictaminada por el Tribunal Oral en lo penal de Los Andes integrado por los magistrados Carolina Escandón, Alessandra Tubino y Ubaldo Basoa, que absolvió al minero del delito de exhibición de material pornográfico por la cual fiscalía había pedido 5 años de cárcel.

El depravado había sido detenido el 21 de enero de este año en virtud de una orden emanada del Juzgado de Garantía de Los Andes por la causa que era investigada por el Ministerio Público.

Los estremecedores hechos se remontan al mes de mayo del año 2011, cuando el sujeto comenzó tocaciones en las zonas íntimas de la menor de edad y que luego se agravaron al consumar la violación en dos ocasiones, ataques que materializó bajo intimidación y amenazas al interior de un departamento de la villa Alto Aconcagua.

De acuerdo a los antecedentes de la carpeta investigativa , donde se consideran diligencias y entrevistas practicadas por Carabineros de Los Andes, detectives de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la PDI Los Andes, de la Fiscalía, el Cavas y el Servicio Médico Legal, los ataques sexuales eran cometidos por el sujeto cuando quedaba solo con su hija mientras la madre salía a trabajar y la hermana estaba en el colegio.

El tiempo en que le efectuó tocaciones, el hombre llegó incluso a pagar en algunas oportunidades la suma de $5.000 a la niña para que no contara nada de lo acontecido a su mamá.

El primero de los hechos más graves ocurrió el 20 de mayo de ese año en horas de la tarde, después que la menor regresara del colegio y le pidiera permiso a su padre para jugar, acompañándola luego su hermana.

Minutos más tarde el individuo llamó a la menor y le dijo que entrara al departamento, advirtiéndole que su hermana se quedara fuera hasta que él decidiera.

 

AMENAZADA CON UN CORTAPLUMAS Y AMARRADA A LA CAMA

Una vez en el interior del inmueble le ordenó que se dirigiera al dormitorio matrimonial, sacando un cortaplumas diciéndole: “Yo te voy a hacer algo. Si tú le cuentas a tu mamá, esta misma cortaplumas se la entierro en la guata”.

Esto le provocó gran temor de que pudiesen sufrir alguna consecuencia ella como su mamá. Acto seguido, el hombre le pidió que se sacara la polera, lo que la menor no quiso hacer, siendo reprendida de que se hacía lo que él dijera.

Para asegurarse en sus deshonestos propósitos, procedió a amarrar a la niña con cordones de zapatos de manos y pies a la cama matrimonial, bajándole el pantalón y ropa interior. Como la pequeña empezó a gritar, le tapó la boca con una de sus manos para evitar que los gritos de auxilio fueran escuchados.

La niña lo mordió y por ello recibió una cachetada. Luego el sujeto se bajó sus vestimentas y la violó. Una vez consumadas sus intenciones, desató a su hija y volvió a amenazarla con el cortaplumas para que no contara nada a la madre o sino la mataba.

La niña se vistió y se fue al baño, tras lo cual el sujeto la mandó a comprar pan, como si nada hubiera pasado.

La menor fue hasta un almacén del barrio donde se encontró con una vecina, quien notó que tenía lágrimas y una actitud extraña, preguntándole reiteradamente qué le había ocurrido, pero ella respondía que nada. Pero ante la insistencia de las consultas, la menor abrazó a la mujer y comenzó a llorar confidenciándole que había sido abusada sexualmente por su padre.

Al conocer de esto, la vecina le manifestó que la acompañaría a contarle a la mamá como a denunciar el hecho a la PDI, sin embargo ante las amenazas del sujeto le suplicó que no hiciera nada ya que temía que su madre fuera atacada.

Una semana más tarde, el 27 de mayo, aprovechando que estaba solo con la niña, el sujeto realizó la misma conducta, la intimidó con el arma blanca y bajo amenaza le obligó que se desnudara. Seguidamente le mostró una revista pornográfica, le ordenó que adoptara la postura de una de las mujeres y la ultrajó nuevamente, para después ser dejada en la cama. La víctima se vistió y se fue a jugar.

Esa noche la vecina le contó a la mamá de la niña lo que le había dicho, quien al enterarse se mostró aterrorizada y decidió no denunciarlo, ya que su pareja era demasiado agresivo y la golpeaba reiteradamente.

 

RELATO A LA MADRE

La víctima contuvo su angustia hasta el 27 de mayo, en que durante la once optó por revelar a su madre lo que le había sucedido y hecho su padre. Al conocer los detalles, la mujer llamó a Carabineros dirigiéndose personal al departamento, tomaron declaraciones y trasladaron a la niña al hospital donde le fueron constatadas lesiones, para luego en la Tercera Comisaría realizar la denuncia.

El sujeto fue detenido el 7 de julio de ese año por un delito de violencia intrafamiliar, ya que en medio de una discusión con su pareja la insultó y amenazó con lanzarle un teléfono en la cara, por lo que salió del departamento con sus hijas y pidió auxilio a Carabineros, siendo formalizado posteriormente y se fue a vivir a Putaendo.

 

LLAMADO AL CELULAR

Pero la pesadilla no terminó allí para la niña, ya que el 12 de julio cuando se encontraba con una tía en el centro, recibió un llamado de su padre al celular, quien volvió a amenazarla diciéndole que “si no retiras la demanda no sabes lo que te va a pasar, porque yo ando en el centro”, lo que comprobó luego al ver que la miraba a distancia.

En declaraciones de la madre en la investigación, señaló que le creía a su hija al añadir que su pareja le hacía las mismas cosas cuando estaba curado, manifestando que probablemente había atacado a la niña por celos debido a un amigo que ella tenía y al que odiaba, poniéndose a gritar y hacer escándalo cuando la iba a buscar.

Lo dramáticamente vivido y el permanente atosigamiento de su padre que la llamaba, amenazaba y atormentaba diariamente, llevó a que el 4 de agosto la víctima ingiriera un frasco de medicamentos para atentar contra su vida, de lo que salvó y se dispuso que quedara hospitalizada, siguiendo tratamientos post traumático y por trastorno depresivo.

Junto a la pena corporal el Tribunal ordenó incorporar la huella genética del minero al registro de condenados por delitos sexuales y a quedar bajo control de Carabineros mediante una firma cada tres meses por los diez años siguientes al cumplimiento de la condena.

Al depravado se le abonarán eso si los 218 días que ha permanecido en prisión preventiva.

 

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Tribunal lo absolvió del delito de exhibición de material pornográfico LOS ANDES.- A 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo fue condenado el minero Iván Núñez Osorio (55) como autor del delito de violación reiterada en contra de su propia hija cuando tenía 12 años...