“Le disparó seis veces, le pegó con un martillo y lo asfixió con un nylon”

El testimonio de la menor de iniciales L.B.L.M. (13), permitió dar con el cuerpo del asesinado Guillermo Córdova Klein.

• Niña de 13 años delata a Mondaca como el homicida tras ser testigo presencial de la inhumación del occiso.

Tras un biombo la menor involucrada en la inhumación ilegal del cuerpo de Guillermo Córdova Klein prestó su declaración ante el Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe, detallando los sucesos que fue testigo posterior al homicidio, argumentando estar sometida y amenazada de muerte si delataba el crimen realizado por Mondaca Escobedo.

L.B.L.M., de actuales 13 años, detalló explícitamente los sucesos ocurridos el 17 de octubre alrededor de las 16:00 horas, cuando su padre realizaba labores de jardinería en la propiedad de Mondaca. Aquel día se encontró con su hija que estaba en una vivienda vecina, manifestándole que el imputado lo había mandado a comprar cigarrillos y que demorara el mandado porque algo iba a suceder.

Luego de escuchar los disparos, la niña aclara que vio a Rodrigo con su ropa ensangrentada, confesándole a ella y su padre haber dado muerte a Guillermo, ordenándole que le entregara alguna polera para cambiarse y que quemara la camisa que traía puesta.

Posteriormente en horas de la madrugada, la obligó a acompañarlo en su vehículo hasta la propiedad donde se cometió el crimen, indicando que observó el cuerpo de Córdova tendido sobre un colchón inflable, revelando que Mondaca desnudó al occiso, lo envolvió en un nylon y lo arrastró hasta el asiento trasero de su vehículo para dirigirse hasta el sector alto de Campos de Ahumada, donde arrojó el cuerpo entre medio de unas ramas, cubriéndolo con piedras y tierra.

La testigo señala que al abandonar el lugar a mitad de camino de retorno, quemaron las vestimentas de Córdova Klein, una frazada y el colchón inflable. Al día siguiente en una conversación entre ambos, la niña le sugirió que se entregara a la Policía, recibiendo como respuesta del imputado: “Si tú cuentas algo yo te mato”.

Fue a eso de la medianoche cuando Mondaca, desesperado, volvió hasta Campos de Ahumada junto a la menor para enterrar el cuerpo de Córdova Klein en un hoyo de 25 centímetros de profundidad, alumbrado por una linterna, según detalla la niña que observaba la escena desde el interior del vehículo, inhumación que tras 11 días de la desaparición de la víctima fue encontrada por la SIP de Carabineros de San Felipe.

Sus fundamentos fueron claros en acusar a Mondaca, indicándole al Tribunal que Mondaca le confesó haber disparado seis veces a Guillermo, que aún estando vivo le propinó golpes con un martillo en su cuello para luego tomar un nylon y asfixiarlo.

La testigo declara haber estado sometida a las órdenes del imputado bajo constantes amenazas de muerte, revelando que su padre habría obtenido dinero a cambio que limpiara todo rastro de sangre que hubiera al interior de su propiedad.

Al exhibirle el arma homicida hallada por Carabineros, la reconoció como de propiedad de Mondaca Escobedo, asegurando que la mantenía desde antes del crimen al interior de un bolso de mano que utilizaba.

Tras la investigación policial, fue ella misma quien condujo a Carabineros hasta el cuerpo de Córdova Klein en ese sector, para posteriormente dar con el paradero del imputado, quien fue detenido y formalizado, manteniéndose hasta la fecha en prisión preventiva, desarrollándose esta semana el juicio oral en su contra.

Pablo Salinas Saldías

psalinas@eltrabajo.cl